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Bulletin

La vida monástica hoy

125

Bulletin

“Toda la Vida como Liturgia”

124

Bulletin

Los Capítulos Generales Cistercienses
(OCSO y OCist, Septiembre y Octubre 2022)

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Bulletin

Vida Monástica y Sinodalidad

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Bulletin

La gestión de la Casa Común

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Bulletin

Fratelli tutti,
la fraternidad en la vida monástica

La vida monástica hoy

Boletín de la AIM - No. 126, 2024

Contenido

Editorial 

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB, Presidente de AIM


Lectio divina

“Anda, vende lo que tienes…” (Mt. 19, 21ss) 

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB


Perspectivas

• La vida monástica: respuestas al cuestionario AIM 

Equipo Internacional de AIM


• Resumen de respuestas al cuestionario 

Equipo Internacional de AIM


Noticias 

Visita a Canadá y Estados Unidos 

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB


Reflexiones 

Un Breve Ensayo sobre la Visión Visual 

Dom Jeremy Driscoll, OSB


Testigos 

Viviendo en una Comunidad Monástica Multicultural 

Dom Paul Mark Schwan, OCSO


Arte y liturgia

La Saga de la Sala Capitular Santa María de Óvila 

Dom Thomas X. Davis, OCSO


Grandes figuras de la vida monástica

Hermana Judith Ann Heble, Segunda Moderadora de la CIB 

Madre Maire Hickey, OSB


In Memoriam

Madre Lazare de Seilhac (1928-2023) 

Hermanas Benedictinas de Saint-Thierry


Recensiones 

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB

Sommaire

Editorial

Tras la publicación de “Un Espejo de Vida Monástica Hoy” y “El Sueño Monástico”, el equipo de AIM International decidió iniciar una consulta importante con varios líderes monásticos para descubrir los problemas más acuciantes de la actualidad, sus quietudes, sus prioridades, la ayuda que les gustaría recibir de AIM y algunos ejemplos significativos de logros recientes.

Algunos de los consultados quedaron sorprendidos por el cuestionario de la AIM. La Alianza Inter Monástica a menudo se percibe simplemente como fuente de financiación para proyectos que le remiten las comunidades jóvenes en África, Asia, América Latina, Oceanía y Europa del Este. Pero conviene recordar que AIM, según sus estatutos aprobados por el Congreso de Abades benedictinos en 2004, tiene también la misión de reflexionar sobre el significado de la vida monástica y destacar su singularidad en diferentes culturas (artículo 6). AIM siempre está ansiosa por promover el conocimiento del valor del monasticismo dentro de las propias comunidades, en la Iglesia y en la sociedad (art. 7).

En este sentido, a veces se ha dicho que AIM es como un observatorio del desarrollo de la vida monástica en el mundo, y puede ayudar a identificar las cuestiones y los principales problemas a los que se enfrenta.

También hay que subrayar que AIM es, junto con DIM (Diálogo Interreligioso Monástico), el único lugar donde las tres Órdenes que siguen la Regla de San Benito, tanto para comunidades de hombres y mujeres, trabajan juntas. AIM también colabora estrechamente con asociaciones monásticas de todo el mundo, lo que le proporciona un valioso conocimiento de lo que ocurre en estas regiones y pone de relieve las diferentes maneras de abordar las realidades de la vida monástica hoy en día.

Por todas estas razones, a AIM se le confía cada vez más una misión profética que, lejos de competir con el papel propio de cada Orden y Congregación busca, de manera complementaria, ayudarles a responder mejor al llamado de Cristo en la vida monástica.

Además de las respuestas al cuestionario, este boletín incluye el relato de la visita a monasterios de la costa oeste de Estados Unidos, un testimonio sobre la visión compartida del gobierno y el reto de la interculturalidad en una comunidad monástica. Hay un artículo sobre las obras de arte relacionadas con la iglesia de la Abadía de Vina (New Clairvaux, California), y un artículo sobre la personalidad y la misión de la Hermana Judith-Ann Hebble, segunda Moderadora de la Comunión Internacional de Mujeres Benedictinas. El Boletín también incluye unas palabras sobre la Hermana Lazare de Seilhac, monja benedictina de Saint-Thierry (Francia) de Saint-Thierry (Francia, Congregación de Sainte-Bathilde), que tan fielmente contribuyó a la vida de AIM y, sobre todo, a formar a varias generaciones de monjes y monjas en la comprensión de la Regla de San Benito. Se preparará un artículo más detallado sobre esta sobresaliente figura de la vida monástica actual. Este volumen se cierra con la reseña de dos libros del padre Denis Huerre (La Pierre-Qui- Vire), que contienen los comentarios de la Regla de san Benito que él mismo dio a su comunidad.

El Boletín empieza con una lectio guiada sobre el texto del joven rico del Evangelio, texto que fue el origen de la vocación de San Antonio, padre de monjes.


Dom Jean-Pierre Longeat, OSB

Presidente de AIM


Articulos

“Anda, vende lo que tienes…”v (Mt. 19, 21 ss)

1

Lectio divina

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB

Presidente de AIM


“Anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres; después, ven y sígueme”.

(Mt 19, 21ss)


El diálogo entre Jesús y el joven rico del Evangelio de Mateo 19, 16-26, nunca deja de conmovernos, tan estrechamente resuena con nuestras aspiraciones más profundas. Nos reconocemos en este fiel miembro de la religión judía y nos sentimos profundamente conmovidos por las respuestas de Jesús, que nos dan una clave para entender cómo llevar una vida de discipulado como monjes y monjas. Dejémonos cautivar por este texto, dejémonos guiar por el Espíritu para escuchar esta poderosa palabra que nos puede ayudar en nuestro progreso espiritual.

La pregunta del joven se refiere a lo que tenemos que hacer para heredar la vida eterna: «Maestro, ¿qué buena obra debo hacer para poseer la vida eterna?» (Mt 19,16).

Para empezar, la respuesta de Jesús cita varios de los mandamientos que constituyen la base de los deberes religiosos del creyente. Pero después, ante la insistencia de su interlocutor, su respuesta es muy diferente. Tomémonos un momento para examinar estas dos respuestas de Jesús y, considerando la posición del joven, veamos cuál es nuestra posición.

La primera respuesta: Jesús cita algunos de los mandamientos que resumen los deberes religiosos del creyente. Se limita a recordar los últimos mandamientos del decálogo, no en el orden en el que están puestos en la Biblia (en Éxodo 20 ó Deuteronomio 5). Omite el último de la lista del Decálogo y añade una prescripción de Levítico (19,18) a modo de resumen: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Todos estos mandamientos se refieren al comportamiento moral: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio». Así como el joven rico, muchos de nosotros podríamos responder a Jesús: «Todo esto lo he cumplido».

Nuestro acercamiento a la religión está de algún modo teñido de principios morales tan admirables. Muchos se contentan con esto, y sus vidas son muy loables. Pero otros tienen la impresión de que debe haber algo más en la vida humana y que nuestro futuro no está ligado únicamente a un buen comportamiento moral, por virtuoso que sea.

Entonces el joven insiste: “¿Qué más tengo que hacer?”. Es en este punto cuando aparece en nuestro texto el término “joven”. Al hacer esta pregunta crucial, el hombre realmente se presenta a sí mismo como alguien que quiere algo nuevo. La expresión “joven” literalmente significa hombre “nuevo”, como un bebé recién nacido. Él permite que su profundo deseo salga a la superficie. Jesús, a través de sus palabras y comportamiento, fomenta este proceso en los demás; para él, nada en la vida es más importante que esto: los aspectos más profundos de nuestro ser son invitados a salir a la luz y a ser constantemente renovados por la acción del Espíritu Santo.

Así es como responde Jesús. Él revela lo que realmente está pensando: habla de cumplimiento y no simplemente de obligaciones para cumplir. Éste es el punto de la historia: “Ve, vende todo lo que tienes en tus manos (literalmente) y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; entonces ven y sígueme”.

Al decir esto, Jesús está de acuerdo con la primera parte del Decálogo, que olvidamos constantemente: “No tendrás otros dioses, no te harás ídolos, no tomarás el nombre de Dios en vano, observad el Sabbath”. El punto aquí es no dejarse atrapar con posesiones terrenales. Un ídolo es algo que tenemos en nuestras manos y lo conservamos para nosotros mismos, impidiendo que la vida fluya libremente entre las cosas creadas y el Dios de toda libertad. En consecuencia, “Ve y vende tus ídolos y da las ganancias a los pobres para demostrar que estás diciendo adiós a todo esto y estás liberándote para recibir los tesoros celestiales”.

Aquí es donde a todos nos resulta difícil responder a la llamada personal de Dios. Si no dejamos atrás, si no renunciamos a todos nuestros ídolos, a todo lo que tenemos tan fuertemente en nuestras manos (ídolos que pueden convertirse en la fuerza motriz de nuestra vida, cosas que incluso pueden dictar nuestras acciones y nuestros pensamientos), entonces perderemos el encuentro esencial al que Dios nos invita. Nuestra vida toma un rumbo en el que a menudo la tristeza tiene la última palabra, ya que todo lo que nos prometen nuestros ídolos nunca se cumple.

Cuando el joven oyó lo que dijo Jesús, "se fue triste, porque era hombre de muchas riquezas". El joven veía sus posesiones como meras posesiones, Jesús veía las cosas de otra manera, hablaba de algo muy distinto: de una realidad más profunda que impregna nuestra conciencia y que consideramos como nuestra meta en este mundo, hasta el punto de sacrificarlo todo por ella.

Por supuesto, oigo protestar. ¡No es posible! Sobre todo, cuando Jesús insiste: "Qué difícil es para un rico entrar en el reino de los cielos; es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el Reino de los Cielos". Y, sin embargo: "Para los hombres es imposible, pero para Dios todo es posible".

La comparación de Jesús no pretende ser literal, sino simplemente despertar las conciencias. En lugar de permanecer en el nivel del comportamiento humano basado en ideas y posesiones idolátricas, debemos renunciar a todo el ensimismamiento y a todo lo que creemos poseer, para vivir verdaderamente la libertad, la alegría y la belleza del mandamiento del amor: ése es el único tesoro del Cielo. Sí, para los seres humanos esto es imposible, pero para Dios todo es posible.

Si examinamos la historia de este joven, veremos que al principio del pasaje se refieren a él simplemente como "alguien": "Y he aquí que alguien vino a Jesús". Este alguien se presenta como autosuficiente; la expresión "alguien" implica la palabra "uno". Él quiere saber qué puede hacer para conseguir la vida eterna. Jesús le señala al Único que es dios, al Único que es bueno. "Sólo Uno es bueno". Así pues, es en nuestra relación con Dios donde nuestra vida encuentra su plenitud y no realizando actos de perfección, que sólo sirven para cumplir con nuestras obligaciones religiosas. Cuando el hombre permite que afloren sus deseos más profundos, se le llama "joven". Está en el umbral del renacimiento. Este renacimiento de lo alto, que está tan a la mano, es particularmente conmovedor en este joven. Cuando finalmente se marchó, sintió una gran tristeza. Por el contrario, la alegría caracteriza a quienes deciden que realmente quieren caminar con Jesús.

Sólo nos queda hacer nuestro este texto hoy.

Nosotros también anhelamos la vida. Buscamos lo que nos falta, porque la mera observancia religiosa no nos da la energía suficiente. Jesús nos invita a desprendernos de todo aquello a lo que nos aferramos. Jesús dijo: "Ningún siervo puede servir a dos señores; o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al dinero" (Lc 16,13). También muestra la importancia de renunciar a nosotros mismos, o más exactamente, a la ilusión que tenemos de nosotros mismos, ya que a menudo nuestro apego a lo externo nos impide ser verdaderamente nosotros mismos. Renunciar a nosotros mismos toca nuestra vida entera, hasta el punto de que podemos nacer de lo alto. No es posible experimentarlo sin renunciar a nuestros ídolos.

Pensemos, pues, detenidamente sobre los ídolos que nos impiden tener una relación libre con Dios, para que podamos dar testimonio de la alegría pascual que nos saca del atolladero en el que estamos metidos.

Sí, venderlo todo para tener un tesoro en el cielo y poder compartirlo amorosamente con los pobres de Dios nos produce una gran alegría. ¿Cuál es el punto de no cumplirlo si es precisamente ahí donde Dios nos promete la plenitud total de nuestra vida? Este es el testimonio que estamos llamados a dar de la salvación de Dios. Si Dios nos ha creado, es para que podamos saborear su propia vida en el corazón mismo del viaje terrenal al que estamos comprometidos: no perdamos más tiempo. El Reino de Dios aquí, entremos en la alegría que Dios nos da y seamos ministros de esa alegría para que el mayor número posible de personas pueda realizarse. Esta es nuestra vocación, y es una inmensa alegría responder a ella.

Respuestas al cuestionario de AIM

2

Perspectivas

Equipo Internacional de AIM

 

La Vida Monástica Hoy,

Respuestas al cuestionario de AIM

 

Estas son las respuestas al cuestionario de AIM sobre la vida monástica hoy, seguidas por un breve resumen.

 

  • Madre Marie-Thérèse Dupagne, Presidente de la Congregación de la Resurrección

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

Una de nuestras principales preocupaciones es contribuir a una mejor comprensión de la convivencia en Europa, cuidándonos los unos a los otros, apoyándonos mutuamente, configurando juntos algunos aspectos de nuestra vida y aprendiendo los unos de los otros. Queremos entender cómo la historia ha dado forma a cada una de nuestras comunidades en sus respectivos países, qué les inspira especialmente, con qué están comprometidos. De esta manera, nuestros propios horizontes se ampliarán hacia una mayor unidad.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Nuestra prioridad es vivir el ideal monástico en el mundo de hoy y así dar testimonio de nuestra esperanza a todos los hombres. Queremos hacer esto

- Como mujeres de hoy.

- En la Iglesia de hoy, con un enfoque sinodal.

- En nuestras comunidades tal como son ahora: pequeñas comunidades.

- En el mundo de hoy: una realidad nueva y rápidamente cambiante (desde el punto de vista político y social; inseguridad creciente con la guerra en Europa, etc. afrontando la crisis migratoria y la crisis climática

- Con la llamada a la solidaridad.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Tal vez sería posible apoyar determinados proyectos, también de formación (por ejemplo: sabemos que hay un buen curso de liderazgo en Roma, pero es más formación en gestión). Desde nuestro punto de vista, necesitamos apoyo para las superioras de nuestras comunidades: vivimos en un contexto distinto al de África, Asia etc. Las superioras tienen que tratar con comunidades pequeñas, la mayoría de veces con muchas hermanas mayores. También tienen que buscar nuevas formas de generar ingresos. Algunos señalan la necesidad de reuniones sobre formación monástica, de estudios teológicos, pero también de dotar a las personas con las competencias profesionales necesarias para organizar o apoyar esta formación. Algunos mencionan la necesidad de formación en habilidades de comunicación, de construcción de comunidad y de relaciones en un contexto diferente del pasado.

AIM también podría organizar un foro para compartir las formas en que acogemos a los migrantes en nuestras hospederías.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

La experiencia de conocernos unas a otras nos ha unido. Asimismo, la experiencia de redactar juntas nuestras Constituciones ha sido muy fructífera en la construcción de nuestra Congregación; las hemos mantenido lo más amplias posible para respetar la especificidad de cada comunidad. Estamos convencidas de que la creatividad proviene de la diversidad y que intentar llegar a la uniformidad habría sido destructivo.

 

  • Madre Maoro Sye, Priora General de las Misioneras Benedictinas de Tutzing

Jinja, Uganda.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

- El desplazamiento de los centros de vitalidad de nuestra Congregación de Europa / América del Norte a Asia y África: se necesita apoyo para llenar el vacío en el movimiento de las misioneras internacionales al liderazgo local. Buena formación para formadoras, ecónomas y líderes.

- Comunidades envejecidas en Europa, América, esto también está empezando en Asia; comunidades muy jóvenes en África.

- Falta de personas clave.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

- La vida intercultural en los diferentes y diversos contextos de la Congregación, vivir como benedictinas y misioneras, renovación de nuestro carisma, sentido de una Congregación

- Fomentar el intercambio entre prioratos, compartir recursos humanos entre nuestros propios prioratos y tener la experiencia de otro país incluso para las jóvenes profesas.

- Reuniones y encuentros internacionales (Encuentro de Prioras, Semanas Internacionales de Encuentro, Encuentro Internacional de Ecónomos, Encuentro Internacional de Formadores, Programa Internacional de Juniores, Programa de Renovación Misionera en el país donde enviamos las primeras misioneras).

- Talleres durante las visitas.

- Apoyo a las comunidades frágiles en las diferentes regiones.

- Visitas frecuentes de los miembros del Generalato y acompañamiento online.

- Esforzarse por enviar misioneras largo y corto plazo.

- Compartir material espiritual (Ej. Conferencia mensual STATIO).

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

- Seguir publicando material para la formación y la vida comunitaria.

- Seguir financiando encuentros regionales (BEAO, CIMBRA, Seminario RB en Tagaytay, Filipinas).

- Patrocinar estudios de hermanas individuales con el fin de desarrollarlas como recursos humanos para el futuro.

- Patrocinar encuentros internacionales y formación continua.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

- El Programa internacional de Junioras en Roma (Junioras de los diferentes prioratos son invitadas a participar en un programa de un año para vivir, trabajar, rezar y estudiar juntas para una formación intercultural).

- Los encuentros de Prioras y de Formadoras, talleres que tuvieron lugar durante las visitas canónicas, todo ello de manera sinodal: el espíritu de diálogo nos unió en nuestra diversidad mientras experimentábamos el movimiento del Espíritu Santo.


  • Hermana Asha Thayyil, Presidente de la Congregación de Santa Lioba (Bhopal, India)


¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

Nosotras, las hermanas benedictinas de Santa Lioba, nos entendemos como una congregación de mujeres consagradas, enraizadas en Cristo divino y comprometidas con el bienestar de la humanidad, especialmente de los pobres, los oprimidos y los marginados de la sociedad.

Las principales preocupaciones de nuestra congregación son hacer el mejor uso de nuestras capacidades y equiparnos para afrontar los diversos retos de nuestra misión. El futuro de nuestra congregación depende de la sinodalidad que incluye en primer lugar a nuestros miembros, luego a nuestros colaboradores y se extiende luego a toda la sociedad.

Debemos estar preparadas para leer y comprender los signos de los tiempos y, con valentía, hacer los cambios necesarios en nuestra vida personal, comunitaria y apostólica. En el verdadero espíritu de sinodalidad, dejemos de lado nuestros prejuicios, preferencias o intereses personales, si los hubiere, y caminemos juntos buscando la unidad en la diversidad. Siguiendo el ejemplo de San Benito "escuchemos" la voz de Dios y planifiquemos no sólo a corto plazo, sino a largo plazo para que haya longevidad en términos de continuidad y eficacia en lo que planificamos y hacemos.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Considero que nuestras prioridades son

- Practicar diariamente la contemplación intrínseca del llamado a la vida consagrada y centrarnos en los diversos apostolados.

- Mejorar nuestros conocimientos y habilidades a través de la lectura de libros y la exposición a personas y lugares.

- Prestar la máxima atención al desarrollo de recursos humanos entre los miembros a través de diversos programas de formación dentro de la congregación y fuera de ella.

- Hacer de las instituciones educativas centros de cambio social formando a los jóvenes para que sean líderes visionarios con un enfoque ético y sensibilidad hacia la sociedad.

- Dotar de formación actualizada a quienes ejercen ministerios de salud y apostolado social. Formar a más miembros para estos ministerios.

- Tomar la iniciativa de colaborar con otros grupos implicados en los diversos ministerios, con respeto mutuo y espíritu de colaboración.

- Aprovechar al máximo nuestros recursos humanos de acuerdo con las aptitudes y cualificaciones de cada uno. Dotar a las hermanas de la mejor educación posible y desarrollar conocimientos, aptitudes y una actitud positiva.

- Dado que hemos invertido los máximos recursos en el ministerio de la educación, nos centraremos en la educación de calidad y la construcción del carácter de nuestros alumnos. Nuestra prioridad estará al servicio de la construcción de la nación más que al beneficio económico.

- Todas las políticas que formulemos estarán orientadas al mejor interés de cada miembro de la congregación y también del apostolado.

- En la fase inicial nos centraremos en adquirir un conocimiento de primera mano acerca de la vida y la misión de nuestras comunidades, de las relaciones interpersonales entre los miembros y prepararemos un sistema de apoyo para crear mejores vínculos entre los miembros.

- Para un funcionamiento eficaz de la institución, los responsables institucionales deben disponer de tiempo suficiente para establecer relaciones genuinas con la población local. Un factor determinante para el fortalecimiento de la institución es la continuidad de los miembros en la comunidad. Nuestra política será un mínimo de traslados de las hermanas. Sin embargo, será obligatorio tener un sistema de evaluación regular, transparencia y participación de todos los miembros. Las instituciones educativas, sociales y médicas deben marcar tendencia en todos los aspectos.

- Es importante no aceptar las ofertas de viaje y alojamiento por parte de editores que deseen dar publicidad a nuestros centros. Si tenemos que asistir a reuniones o seminarios en lugares lejanos, correremos con los gastos de las respectivas instituciones y así mantenemos nuestra dignidad y honor.

- Nuestras casas religiosas e instituciones deben ser centros de diálogo e intercambio. Por lo tanto, deben ser lugares abiertos donde la gente tenga acceso a las hermanas para recibir orientación y apoyo. Nuestras infraestructuras deben estar al servicio de la humanidad.

- Es imperativo estudiar el estatuto canónico y civil de cada una de nuestras instituciones. Ejemplo: Registro de sociedades en diferentes Estados, fideicomisos, contratos con la diócesis y otras congregaciones religiosas, litigios sobre propiedades, etc.

- El Capítulo es el órgano político y el Consejo, el ejecutivo. Por lo tanto, los Consejeros tendrán más capacidad ejecutiva. Elaborarán un plan de acción en un formato prescrito para un año y, según el plan, se aprobará un presupuesto para cada apostolado que se les asigne.

- Habrá un equipo dirigido por un consejero respectivo para cada ministerio, para asegurar su buen funcionamiento y la eficacia del apostolado.

- Propongo una evaluación anual de los ministerios de todas nuestras instituciones. También propongo una evaluación libre y franca por parte de los miembros de la congregación sobre el trabajo de la Priora y su equipo, para valorar su actuación. La crítica constructiva es necesaria para nuestro crecimiento.

- La evaluación debe hacerse con un espíritu adecuado y basarse en la Visión, los Objetivos y las Políticas. No debe haber lugar para críticas negativas y chismes. Este proceso permitirá a las hermanas analizar la situación y reunir el valor y la confianza necesarios para aportar su granito de arena a través de sugerencias, opiniones y desafíos.

- La expansión de la misión no será la prioridad actual. Nuestra atención se centrará en reforzar las ya existentes.

- No debemos dejarnos llevar por la ilusión de iniciar misiones en el extranjero para ser autosuficientes. Si los recursos humanos se utilizan adecuadamente en nuestras propias instituciones, sus salarios nos bastarían. Esto mejorará la calidad del servicio y la imagen positiva de nuestras instituciones.

- Nuestras hermanas mayores son un gran activo para la congregación. Nosotras aprovecharemos sus conocimientos y experiencia para enriquecer a la generación más joven de la congregación. Aprenderán unas de otras y las jóvenes crecerán imbuidas en el espíritu original de la congregación.

- Los conflictos y las diferencias son inevitables en la vida comunitaria y en el apostolado. Se resolverán entre los miembros de la comunidad en lugar de pedir al equipo directivo que los resuelva. Sería una práctica saludable formar un equipo que tenga las habilidades innatas y adquiridas para resolver estas situaciones y resolver las quejas cuando se produzca una situación de este tipo en cualquier momento.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Tenemos tres necesidades urgentes que atender.

- Becas para que dos hermanas participen en la formación permanente en Roma.

- Donativos en forma de estipendios de misa.

- Una casa para las hermanas que viven en una zona remota.

Por favor, hagan lo que se pueda. Su respuesta significará más de lo que puedan imaginar para nuestras familias monásticas en la India.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

La gratitud y el reconocimiento son la base de toda relación sólida. Lo mismo ocurre con las relaciones con AIM. Estamos siempre agradecidas por los estipendios de misas y la oportuna ayuda que nos han prestado siempre que nos hemos dirigido a ustedes. Que Dios bendiga todos sus esfuerzos.

 

  • Madre Cecile A. Lañas, Presidente de las Hermanas Benedictinas del Rey Eucarístico (BSEK) (Benedictine Sisters of Eucharistic King)


Hermanas Novicias en Indonesia.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

- La formación de las hermanas jóvenes y la formación permanente de las profesas perpetuas.

- El cuidado de las hermanas enfermas y ancianas.

- La promoción de vocaciones a través de las redes sociales

- La reparación de los edificios.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Todas las anteriores son nuestras prioridades.

Para la FORMACIÓN, hemos hecho todo lo posible por aprovechar los seminarios gratuitos en línea y otros seminarios y conferencias. Algunas de nuestras hermanas jóvenes fueron enviadas a estudiar en línea, pero también solicitamos programas de becas. Algunas fueron concedidas, otras no.

Para el cuidado de los enfermos, utilizamos la pequeña cantidad de financiación que proviene de las pensiones de la Seguridad Social, pero es muy escasa; nuestras hermanas destinadas en el extranjero también dan una subvención, pero es triste decirlo, una de nuestras misiones, (Jakobsberg) ha cerrado.

Para la promoción vocacional, como cualquier otra Congregación, también tenemos dificultades. Hemos intentado utilizar las redes sociales, pero no hemos podido mantenerlo.

Para las reparaciones de los edificios, hemos pedimos ayuda de fuentes externas porque no podemos contar con nuestros propios recursos. Algunas de nuestras hermanas que aún pueden son enviadas a las parroquias, escuelas y diócesis, pero reciben una compensación económica muy baja. Siempre confiamos en la providencia de Dios.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM puede ayudarnos financieramente, especialmente en nuestra formación y también la promoción vocacional. Nuestros edificios necesitan reparaciones. Para nuestras hermanas enfermas y ancianas, hemos renovado parte del edificio del noviciado como enfermería.

También estamos agradecidas por los libros que nos envió AIM y otras ayudas que recibimos.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Cuando la pandemia del Covid 19 estaba en su apogeo, intentamos reunirnos como comunidad a través de los medios sociales. Utilizamos la plataforma Zoom para ver, evaluar y compartir nuestra vida monástica y nuestra misión en las diferentes casas y áreas de asignación. Tenemos grandes comunidades aquí en Filipinas. Tenemos comunidades en Israel, Alemania y también una casa de formación en Nangahure, Indonesia. Cada comunidad compartió sus experiencias de vida, bendiciones y retos a través de presentaciones en vídeo. A través de este encuentro, aunque fuera online, cada una sintió la necesidad de renovación y fraternidad. También sentimos la necesidad de hacer promoción vocacional. Fue una experiencia muy enriquecedora y a la vez única.

 

  • Hermana Jeanne Weber, Presidente de la Congregación de Santa Gertrudis (EE.UU.)

Consejo de la Congregación.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

Que nuestras hermanas son cada vez mas ancianas y nuestras comunidades más pequeñas. Estamos atrayendo muy pocas vocaciones, y éstas son típicamente mujeres mayores.

El grupo de líderes tanto para los monasterios como para la Congregación Monástica se está reduciendo rápidamente.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

- Animando a nuestras hermanas hacia un crecimiento continuo en la vida monástica frente a los desafíos mencionados anteriormente.

- Apoyando a las prioras en el liderazgo pastoral de sus comunidades monásticas.

- Ayudando a las hermanas a procesar e integrar el dolor que experimentan por tantas pérdidas. En algunos casos, hemos animado a las comunidades a trabajar con terapeutas de salud mental para este trabajo.

- Hemos tomado la decisión de que es demasiado duro para las hermanas que sus monasterios se disuelvan y los miembros se trasladen cuando ya no tienen liderazgo. Esto, en muchos, casos implicaría la división de la comunidad y un traslado de miles de kilómetros para las hermanas. Además, no tenemos suficientes monasterios con miembros jóvenes para acoger a todas estas hermanas. Así que estamos reestructurando el gobierno civil y canónico de estas comunidades monásticas y desarrollando estructuras para el cuidado de los miembros hasta que muera la última hermana. Esto les permite seguir viviendo juntas en su monasterio tradicional o al menos cerca de él.

- Haciendo frente a la crisis de liderazgo. Como los monasterios ya no tienen su propia dirección, ya no podremos nombrar administradores residenciales a tiempo completo. En su lugar, una hermana lo hará a tiempo parcial, desde su propio monasterio, o a una hermana se le asignarán varios monasterios. Nosotras animamos a los monasterios a planificar este futuro tomando decisiones que simplifiquen la carga de liderazgo. A nivel de la Congregación Monástica...necesitamos abordar esta cuestión.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

No estoy segura.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Una de nuestras comunidades monásticas solicitó recientemente al Presidente y al Consejo de la Congregación Monástica, suspender su gobierno monástico regular y nombrar un comisario. Estas hermanas perdieron a su priora por muerte súbita en 2020 y no tenían a nadie más que pudiera ser elegida. Antes y desde entonces, han afrontado con valentía esta situación en la que se encuentran. Han trabajado con un administrador canónico nombrado por la Congregación Monástica para vender las propiedades que les quedaban, cerrar sus ministerios y tomar medidas para su cuidado a largo plazo. Siguen viviendo la vida monástica en una parte del monasterio, mientras que la diócesis local, que compró los edificios y el terreno, utiliza el resto para sus oficinas y su centro de retiros. Admiro enormemente a estas hermanas por la forma en la que han aceptado los retos y cambios a los que se enfrentan.

 

  • Hermana Patty Fawkner, Presidente Emérita de la Congregación del Buen Samaritano (Australia) (Sisters of Good Samaritan)

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en el momento actual?

Nuestra congregación, las Hermanas del Buen Samaritano de la Orden de San Benito, fue la primera congregación fundada en Australia en 1857 por el primer obispo de Australia, el benedictino inglés John Bede Polding. Ahora tenemos comunidades en Australia, Japón, Filipinas y Kiribati. Nuestras hermanas más jóvenes vienen de Filipinas, especialmente de Kiribati. Nuestras hermanas australianas se hacen más ancianas y disminuyen en número. El liderazgo de nuestra congregación en el futuro es un gran problema para nosotras.

¿Cuáles cree que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Cómo seguir centrados en la misión a medida que disminuyen nuestros recursos humanos. Este es uno de los temas centrales del Capítulo de este año. Actualmente estamos estudiando los signos de los tiempos en nuestro mundo y cómo, dados nuestros recursos, podemos responder de manera realista.

Cuestiones de liderazgo y gobierno. Una vez más, estamos en conversaciones sobre el tema, como parte de nuestras discusiones pre-capitulares. Hemos contratado personal laico cualificado y dedicado a compartir la mayor parte de la responsabilidad de la administración práctica. Siempre hemos estado comprometidos con la formación continua.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Siempre es útil trabajar en red, sobre todo cuando compartimos muchos de los mismos problemas, por ejemplo, cómo seguir centradas en la misión, dadas nuestras limitaciones humanas y financieras.

Quelle expérience significative récente pouvez-vous partager avec nous ?

Tenemos una larga tradición en educación, desde preescolar hasta superior. También tenemos una larga tradición de dirección espiritual y acompañamiento. Siempre hemos tenido como prioridad el florecimiento de las mujeres.

A medida que nuestras hermanas envejecen, la gran mayoría ya no puede ser contratada como profesoras. Hemos desarrollado el Programa de Estudio y Tutoría del Buen Samaritano (SAM), mediante el cual damos una contribución financiera a mujeres laicas maduras que desean estudiar teología o educación religiosa. También hay un componente de dirección espiritual y tutoría en el programa. Nuestro programa SAM se encuentra ahora en su tercer año y ha sido un éxito. Nos hemos dirigido a congregaciones religiosas masculinas para que contribuyan económicamente con este programa, y han sido muy generosas.

 

  • Dom Jeremías Schroeder, Presidente de la Congregación de Santa Otilia


¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

- 4 Comunidades frágiles.

- Liderazgo débil en varios monasterios.

- Un ambiente de frustración y cansancio en algunas casas europeas.

- Egocentrismo de algunas comunidades.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

- Manteniendo la unidad y la cohesión: desarrollando nuevas formas de comunicación e intercambio, haciendo de la congregación una realidad palpable en todas las comunidades

- Reforzando el sentido de Misión: alentando el nombramiento de responsables locales de misión. Privilegiando los proyectos que sean expresión de la Misión.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM puede ayudarnos recordando a nuestra congregación que formamos parte de una red más amplia: la Confederación y la familia monástica benedictina/cisterciense.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

He disfrutado de mis recientes interacciones con los dos Abad Generales y con el Moderador de la CIB. Veo una oportunidad real de colaboración global.

 

  • Dom Johannes Perkmann, Presidente de la Congregación Austriaca

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

- Colaboración en la formación.

- Mejora del Colegio San Benito.

- Proyectos para implementar Laudato Si’.

- Preparación del jubileo de la Congregación.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

- Transmitir nuestros valores y hábitos espirituales a la próxima generación

- Publicaciones, seminarios, hospitalidad.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Intercambios y encuentros internacionales.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Proceso de implementación de Laudato Si’.

 

  • Dom Franziskus Berzdorf, Presidente de la Congregación de Beuron

 

Abadía de Beuron.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

La mayor preocupación es la falta de jóvenes en nuestros monasterios. Esto se aplica tanto a los monasterios masculinos como a los femeninos (somos una congregación mixta). Las novicias de todos los monasterios participan en las semanas de formación organizadas por la Asociación de Hermanas Benedictinas de Alemania. La hermana responsable es de uno de nuestros monasterios. La experiencia es positiva.

La mayoría de las comunidades están estudiando cómo parte de sus edificios, que ya no necesitan, se puede aprovechar de otro modo. La cuestión principal es la misma que la de un joven cristiano en el mundo: ¿Cómo encuentro una pareja con la que pueda vivir bien y que comparta mi visión del mundo en la medida de lo posible?

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Las prioridades de cada monasterio suelen consistir en afrontar los pequeños aspectos de la rutina diaria; carecen de energía para empresas de mayor envergadura. Los órganos de la Congregación ayudan a los monasterios que lo deseen o cuando el Abad Presidente y su Consejo lo consideren sensato o necesario.

Por ejemplo: Los monasterios tienen que proporcionar ciertas cifras al consejo económico de la Congregación cada año. Según la evolución de la situación, el Consejo puede llamar la atención sobre los peligros económicos relativamente rápido.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Los monasterios de la Congregación Beuronesa no son ricos en comparación para los estándares europeos, pero (en su mayoría) tienen un presupuesto equilibrado. Algunos conventos reciben ayuda de la diócesis respectiva. En caso de gastos extraordinarios, como la renovación de edificios catalogados, reciben subvenciones estatales.

Hay suficientes oportunidades para la educación de la siguiente generación, también para la formación continua de los monjes y monjas. Por lo tanto, no veo ninguna necesidad de que AIM ayude en la actualidad.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

La cooperación entre los conventos masculinos y femeninos de la Congregación se ha intensificado en los últimos años: Participación de monjas en el Consejo del Abad Presidente y en comisiones, hermanas como visitadoras secundarias en las comunidades masculinas, etc. Ya sólo quedan unos pocos obstáculos para la plena igualdad. Todos los obstáculos restantes son expresamente deseados por Roma a pesar de nuestros intentos por eliminarlos.

 

  • Dom Alessandro Barban, Prior General Emérito de la Congregación de Camaldoli

 


Abadía de Camaldoli (Italia)

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en el momento actual?

Con respecto a las preocupaciones más importantes de la Congregación Camaldulense, nuestra atención se centra en el futuro del cristianismo y cómo la presencia monástica puede seguir siendo un fermento fecundo en la Iglesia y en el mundo.

Tememos que el monacato pierda el sabor de su sal, pierda la luz de su carisma, deje de ser significativo en el presente y en el futuro. Y nuestro futuro en las próximas décadas girará en torno a tres cuestiones: la calidad de nuestras relaciones fraternas y humanas en el seno de nuestras comunidades monásticas; la calidad de nuestra lectio divina y de nuestra liturgia comunitaria; la calidad de nuestra hospitalidad en nuestras hospederías.

Estamos intentando dar calidad a nuestro monacato, pero este impulso exige una vida espiritual intensa, profunda y significativa. Ya no basta con observar la Regla, sino redescubrir el sentido benedictino que le da a la vida cristiana, viviéndolo en una experiencia espiritual concreta dentro de nuestras comunidades. Quizá tengamos que cerrar algunas casas, o quizá tengamos menos vocaciones, pero estos no son nuestros verdaderos problemas. La cuestión está en la realidad evangélica de nuestra vida.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Es necesario un nuevo enfoque sobre la formación. Los jóvenes de hoy no entienden ni aceptan nuestras jerarquías relacionales y mentales. Y no entienden nuestro lenguaje teológico-espiritual que pertenece a los dos últimos siglos. La formación monástica debe renovarse; en la Iglesia es necesario un nuevo plan de estudios de teología. En el monasterio, antes de preocuparse de transmitir contenidos como si fueran nociones que hay que aprender conceptualmente, es prioritario compartir el modo de vida que hemos elegido. Por lo tanto, es necesario presentar concretamente el estilo de vida monástico desde los primeros días en que un joven entra en el postulantado y el noviciado. Hoy nuestras comunidades se enfrentan a la cuestión antropológica de los jóvenes de nuestro tiempo.

Otra cuestión se refiere a la economía, y en consecuencia a la importancia del trabajo en nuestras comunidades. Ciertamente no seremos capaces de garantizar y tener el nivel burgués de vida actual.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM tendrá que ayudar a financiar proyectos innovadores de formación monástica tanto en Europa como en otros continentes, especialmente los más pobres. La pobreza hoy no es sólo material, sino sobre todo cultural. Los monjes y monjas deben recibir una formación humana y teológica adecuada de lo contrario ya no entenderemos el futuro camino del mundo. Perderemos nuestros vínculos con la cultura actual, cada vez más científica y técnica. En mi opinión, AIM tiene que concentrar su ayuda especialmente en la formación. Nuestras comunidades también empiezan a encontrar difícil enviar a sus jóvenes a las escuelas teológicas de su país. Los costes aumentan considerablemente cuando los estudios se realizan en el extranjero.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

No puedo decirlo. Las experiencias significativas son diferentes. En lo que a nosotros concierne, todas se centran en los estudios que se proponen después del noviciado. Por ejemplo, nuestros jóvenes tanzanos no sólo quieren estudiar teología, sino también estudiar agricultura, cómo cultivar plantas y árboles. En Tanzania hemos empezado a plantar un bosque con miles de árboles contra la desertificación, preservando las fuentes de agua. En India, en nuestro Ashram de Shantivanam, la oración típica del ashram va acompañada de nuevas actividades de trabajo que necesitan nuevas tecnologías.

Quiero agradecer a AIM todo lo que está haciendo en apoyo de las comunidades monásticas más necesitadas de ayuda (no sólo económica). Su fraternidad y sensibilidad en la escucha y discernimiento de la ayuda necesaria son un gran regalo.

 

  • Dom Benito Rodríguez Vergara, Presidente de la Congregación del Cono Sur

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en el momento actual?

En nuestra Congregación destacaría los siguientes aspectos, que me parecen los más significativos hoy porque afectan a a todas nuestras comunidades:

- La tensión entre la tradición recibida (identidad) y la renovación.

- La disminución de las vocaciones.

- El aumento de la edad de los miembros de la comunidad y sus cuidados necesarios.

- La preocupación por el envejecimiento de los padres de los monjes y monjas, que necesitan que sus hijos les ayuden.

- El ejercicio de la autoridad por parte del abad.

- La formación permanente.

- El uso correcto de las redes sociales en el monasterio. El uso adecuado y equilibrado de la información que llega a través de estos medios de comunicación.

- El diálogo entre la cultura monástica y la cultura del mundo que entra en el monasterio por diversos medios. La correcta determinación de las "fronteras" de nuestro recinto, incluido el ámbito virtual de Internet.

- El cambio climático se ha dejado sentir con fuerza en algunas regiones de los países en los que nos encontramos, afectando gravemente a la vida económica de algunas de nuestras comunidades debido a la falta de lluvias y el aumento excesivo de las temperaturas.

- Un contexto eclesial, político y social complejo.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

En nuestra vida benedictina, corremos el riesgo de prestar mucha atención al orden material de las cosas, asegurándonos de que los miembros en formación "funcionen" bien en este ámbito. Creo que, sin descuidar este aspecto, debemos dar prioridad a garantizar que la comunidad y sus miembros se funden en la Roca que es Cristo, siendo fieles a tomar el Evangelio como guía. Esto nunca puede darse por sentado; debemos hacer de ello una prioridad vivida constantemente. Intentamos hacerlo, aunque todavía de forma muy imperfecta, con las conferencias espirituales semanales de los distintos miembros de la comunidad, con una jornada mensual de retiro comunitario, mediante las lecturas en el refectorio, asegurando un cierto nivel de conversación durante el recreo [...]. En resumen, a través de la vivencia de los valores distintivos de nuestra vida benedictina tal y como los subraya la Regla de San Benito.

En los valores que prevalecen en nuestra sociedad actual, percibimos una ausencia de Dios y, en consecuencia, una cierta decadencia de la moral. Nuestra prioridad es también evangelizar el mundo que llega al monasterio a través de nuestros huéspedes y de las personas que están vinculadas a nosotros de diversas maneras. Creo que la belleza de nuestra vida benedictina es el principal elemento que podemos aportar a esta nueva evangelización que necesita el mundo de hoy. La belleza de una vida que simplemente trata de tomar el Evangelio como guía en nuestras relaciones mutuas, vivida en un marco tanto de la austeridad y el equilibrio que enseña la Regla de San Benito, que es muy apreciada y valorada por quienes acuden a nosotros.

Los que desean entrar en la vida monástica traen consigo su propio equipaje vital que exige de nosotros la capacidad de acogerlo y acompañarlo que a veces no somos capaces de ofrecer. Necesitamos ayudar al recién llegado a hacer un viaje de autoconocimiento, sanación y reconciliación. Introducir al recién llegado en el camino de la pertenencia a una familia, cuando esta dimensión de su propia vida está rota o dañado, es un gran reto para el formador, porque a veces el formador aún no ha resuelto esta cuestión por sí mismo. A fin de cuentas, es una cuestión que requiere humildad y fe, especialmente por parte del formador, aun cuando se disponga de la valiosa ayuda terapéutica de profesionales. Ayudar a discernir la autenticidad de la búsqueda de Dios por parte de la persona, más allá de su precaria situación humana, es hoy una exigencia mayor, tanto para el formador como para la persona en formación.

Ejercer el liderazgo en el espíritu de la RB es también un reto importante en nuestras comunidades. Es importante clarificar el papel del abad en una comunidad monástica, su misión y lo que el Señor le ha confiado. Cuando el abad es demasiado dominante, aunque es capaz de mantener una fuerte cohesión en la comunidad, lo que puede ser valioso, los miembros pueden no desarrollarse individualmente; disminuye el ejercicio creativo y gozoso de sus propios dones, lo que es perjudicial no sólo para el individuo, sino también para la comunidad en su conjunto. Cuando el abad es demasiado indulgente, delegando totalmente las responsabilidades, cada monje se desarrolla individualmente, pero se experimenta una cierta atomización, desintegración; el monasterio funciona bien materialmente, pero la comunión se resiente. La prioridad es que el abad sea un servidor de la comunión de los hermanos, permitiendo que cada uno utilice sus propios dones, pero poniéndolos al servicio del conjunto.

En algunas de nuestras comunidades muy pequeñas, formadas por tres monjes, se plantea la cuestión de cómo ejercer el liderazgo cuando ninguno de ellos es realmente capaz de hacerlo. Tal vez la respuesta sea que en estos casos una forma de liderazgo sinodal más consensual es más apropiada.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM puede ayudarnos a ser más conscientes de cómo se vive la vida monástica en el resto del mundo, es decir, más allá del marco geográfico de nuestra Congregación en el Cono Sur (sur de Sudamérica) con sus dificultades y también con sus valores. Creo que AIM puede sobre todo ayudarnos a ser más solidarios con las necesidades de otras comunidades en otras partes del mundo, que quizá están viviendo incluso en peores circunstancias que las nuestras.

También creo que AIM puede ayudar económicamente en el ámbito de la formación, a través de las diversas iniciativas de SURCO (encuentros, cursos, retiros), en la publicación de la revista Cuadernos Monásticos, y en la organización y participación en el encuentro EMLA.



¿Qué experiencia reciente significativa puede compartir con nosotros?

Creo que la experiencia reciente más significativa que hemos tenido como Congregación ha sido el último Capítulo General celebrado en mayo de 2023. Nosotros percibimos un espíritu de comunión muy fuerte entre los participantes. Nos dimos cuenta de que, hoy en día, el tamaño cada vez menor de nuestras comunidades nos hace apreciar aún más el ser miembros de un cuerpo que nos hace sentir parte de algo más grande, algo que nos trasciende y también nos sostiene. En nuestra Congregación, la comunión se construye en la complementariedad de nuestras diversas comunidades, y también la percibimos en la rica y fraternal relación que existe entre los monjes y las monjas. Considero que esto es lo más significativo que hemos experimentado recientemente.

La solidaridad mostrada por nuestras comunidades más pequeñas y frágiles hacia las necesidades materiales y espirituales de los barrios en los que viven es conmovedora, y se podrían mencionar varios ejemplos aquí.

La creatividad, la eficacia y los esfuerzos de las comunidades para gestionar su propia vida económica en contextos nacionales muy complejos también son dignos de mención.

 

  • Dom Markus Eller, Presidente de la Congregación de Baviera


¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en el momento actual?

La mayor preocupación de nuestra Congregación es la falta de jóvenes. También nos preocupan los efectos de la crisis del coronavirus. La hospedería y sus servicios se han resentido. Una de las consecuencias de esta crisis es la escasez de personal, por lo que estos y otros sectores a menudo no pueden funcionar a pleno rendimiento.

Un problema relativamente grave es el fuerte aumento del coste de la energía. Esto nos afecta mucho con nuestros grandes edificios, que también son caros de mantener debido a nuestra obligación de conservar los monumentos históricos.

¿Cuáles considera que son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Buscando oportunidades para conocer a los jóvenes y permitirles que vivan con nosotros de forma sencilla durante un tiempo. Quizás buscar formas de abordar los problemas ecológicos podría ofrecer una oportunidad para llegar a los jóvenes: agricultura ecológica, nuevas fuentes de energía, productos locales. La Regla de San Benito ofrece ciertamente una serie de enfoques para un estilo de vida sencillo y alternativo.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM podría quizás establecer contactos entre regiones donde haya problemas o retos similares. Las soluciones probablemente se encontrarán localmente en un nivel regional.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Ver los problemas como retos que también ofrecen oportunidades, buscar algo nuevo, tener la fuerza de dejar ir y decir adiós a ciertas prácticas.

 

  • Dom Giuseppe Casetta, Abad General de la Congregación Vallumbrosiana

 

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su congregación en este momento?

- Superar la crisis de vocaciones en nuestra congregación.

- Resolver la inestabilidad financiera de los monasterios.

- Desarrollar la fraternidad monástica.

¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Mi principal preocupación y prioridad es desarrollar la comunión monástica entre mis monasterios y monjes, para que los monjes puedan ayudar a otras comunidades que carecen de vocaciones monásticas y que son económicamente inestables. Mis frecuentes visitas y exhortaciones ayudan a los monjes a tener una sola mente y un solo corazón.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Si AIM pudiera sostener una ayuda económica para nuestras comunidades que son financieramente inestables, eso podría ayudarnos mucho.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

La gran ayuda fraternal que hemos intercambiado cuando ciertos hermanos han estado gravemente enfermos.

 

  • Dom Guillermo Arboleda Tamayo, Presidente de la Congregación de Subiaco-Monte Cassino

Abadía de Subiaco

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su congregación en el momento actual?

La necesidad de adaptar nuestra legislación a la situación actual y a realidad de nuestras comunidades. La legislación actual responde a una época de expansión, ahora vivimos una época de contracción

La "crisis de liderazgo": es difícil encontrar superiores para nuestras comunidades.

La formación de comunidades "jóvenes", me refiero sobre todo a las comunidades de Vietnam, que tienen muchos miembros.

¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Las prioridades son las mismas que las enumeradas anteriormente. Actualmente estamos revisando la legislación para presentar la propuesta de su reforma al próximo Capítulo General.

- Afrontar la crisis de liderazgo, pase lo que pase, siempre hay alguien que asume la responsabilidad de las comunidades. Este requiere visitas, una confianza humilde, tanto en los que han sido llamados por las comunidades para dirigirlos como en las mismas comunidades para apoyarlos.

- La formación: Ofrecemos a algunos miembros de nuestras comunidades la oportunidad de profundizar su formación, particularmente en monasterios franceses o en San Anselmo, para que luego puedan contribuir a la formación en sus propias comunidades. Les animamos a aprovechar de la formación teológica que se ofrece en sus propios países. Pero también insistimos en una mejor organización de la jornada monástica, para que la lectio divina y el estudio tengan prioridad.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

Seguir apoyando los programas regionales de formación. Planificar algo específico para Vietnam sería de gran ayuda.

También seguir apoyando a algunos monjes con becas.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Quizá la más reciente: durante la visita a Vietnam en octubre, además de enfrentarnos a una dificultad específica debido a la dimisión del Visitador, pudimos celebrar una "asamblea" de todos los superiores de los monasterios, incluidas las casas dependientes, con delegados de las comunidades. Fue una jornada particularmente fructífera, con buenos resultados, gracias al nombramiento, tras discernimiento común, de un Visitador, y sobre todo gracias a la toma de conciencia por parte de los participantes de la necesidad de asumir la responsabilidad de su propia provincia con mayor compromiso, sin esperar que nosotros resolvamos las cosas desde fuera. Ha sido posible establecer un programa de trabajo compartido dentro de la provincia y esto ya es un buen comienzo.

 

  • Dom Geoffroy Kemlin, Presidente de la Congregación de Solesmes

¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

La principal preocupación de nuestra Congregación es ser fieles a nuestra vocación monástica en un mundo polifacético y en rápida transformación. Intentamos vivir nuestros valores monásticos de manera que demos un testimonio real de fe y de nuestra llamada monástica, pero al mismo tiempo queremos hacernos oír en nuestra cultura actual. En las culturas occidentales, por ejemplo, la vida monástica apenas es conocida por los jóvenes y, si lo es, les parece como si se viviera en otro planeta, incluso para los jóvenes católicos. Tener monasterios en África y las Indias Occidentales, debería ser más fácil para nuestra Congregación, ampliar sus horizontes más allá del mundo occidental y evitar una comprensión demasiado occidental de todo. Otra de nuestras preocupaciones es la disminución del número de monjes en muchas de nuestras comunidades.

¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cómo las están abordando?

Mis prioridades giran en torno a la unidad de las comunidades, vivir de una manera más sinodal, y la unidad de nuestra congregación en las muchas expresiones que se pueden encontrar. Intentamos poner en práctica el hecho que las diferencias no son una amenaza, sino que enriquecen a cada miembro de la comunidad y de la congregación. También creo que los superiores deberían recibir una formación más adecuada para un servicio que no es fácil. Ahora se ofrecen programas muy interesantes.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

AIM nos ayuda a tener presente que la civilización occidental no es la única, y que hay lugares en el mundo donde la vida monástica es próspera y responde al anhelo espiritual de muchas personas. AIM es también un lugar donde el intercambio de dones está muy presente. Los monasterios del mundo emergente tienen tanto que dar como lugares llenos de vida, de modos de vida monástica que se aculturan... AIM también se configura como un posible canal de ayuda material a nuestras comunidades en el mundo emergente. Puede crear redes.

También podría ayudar haciendo una evaluación económica y apoyando un proyecto práctico en tal o cual comunidad: construir una mini granja o un gallinero. Quizá también para conceder becas, especialmente para la formación de futuros formadores, o crear programas de formación a nivel local. Pero esto ya se hace y deseo que continúe.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Como soy un abad nuevo, no he estado en África. Durante una reciente estadía en Séguéya, en Guinea, un monje de nuestra comunidad nos contó lo alegre que es allí la vida monástica, incluso en un estado de verdadera pobreza, tanto en el país como en la comunidad. Esta es la última fundación de nuestra congregación. El país donde viven carece de infraestructuras como vías de comunicación (carreteras), asistencia médica... pero la pequeña comunidad mantiene un alto nivel de vida litúrgica utilizando la liturgia establecida en Keur Moussa, y existe un profundo espíritu de fraternidad. La formación no es fácil y la economía es muy frágil, debido sobre todo a la falta de infraestructuras; necesitan el apoyo de monasterios de nuestra congregación para completar la construcción del monasterio permanente.

 

  • Dom Christopher Jamison, Presidente de la Congregación Benedictina Inglesa (EBC) (English Benedictine Congregation)


¿Cuáles son las principales preocupaciones de su Congregación en este momento?

Como tantas Congregaciones dentro de las Confederaciones Benedictinas una de las principales preocupaciones de la EBC en este momento es la caída en el número de vocaciones y el envejecimiento de muchas de nuestras comunidades. Estos dos factores traen una fragilidad a muchas comunidades de monjes y monjas que plantea cuestiones de sostenibilidad. A esto añadimos los retos económicos actuales y la necesidad de buscar creativamente fuentes de ingresos. Otra preocupación, aunque tiene una dimensión positiva, es la naturaleza del apostolado de nuestros monasterios masculinos en el futuro y cómo podemos responder mejor a las necesidades de la Iglesia en general. Una clara preocupación positiva es cómo integrar mejor a los nuevos monasterios femeninos que le han dado un sentido de nueva vitalidad a los monasterios de monjas en particular. Esto conlleva su propio reto, ya que necesitan crear nuevas Constituciones que expresen su visión común de la vida monástica. La EBC se encuentra, por tanto, en un momento de transición mientras renueva su sentido común de misión y encuentra nuevas formas de ser una herramienta vibrante para la evangelización.

¿Cuáles son sus prioridades? ¿Cómo las está abordando?

Como se mencionó en la pregunta anterior, la prioridad es:

- Fortalecer y, cuando sea necesario, consolidar nuestra presencia monástica en los ocho países en los que estamos presentes. Creando auténticas comunidades de fe y fraternidad.

- Recuperar un sentido renovado de la misión y una visión común de vida monástica que nos capacite para ser una herramienta de evangelización.

- Crecer en nuestra comprensión de "Comunión" tanto dentro de monasterios individuales como de Congregación que se compone de hombres y mujeres, así como de diferentes culturas y lenguas. Esta internacionalidad y diversidad son un don que necesitamos explorar y alimentar.

- Mirar con valentía dónde necesitamos posiblemente cerrar monasterios y/o fusionarlos para que podamos crecer más fuertes y ser más eficaces a la hora de atraer vocaciones.

- Revisar el modo en que se llevan a cabo las visitas para que se conviertan en un momento significativo para cada comunidad.

Nuestro reciente Capítulo General fue un momento de gracia y crecimiento hacia una mayor participación dentro de la Congregación. Seis comisiones para examinar las áreas clave de la renovación y para continuar y facilitar el debate.

- Un posible período de formación compartida.

- El modo en que elegimos al Abad Presidente y cómo su Consejo ampliado puede reflejar la internacionalidad y diversidad de la Congregación.

- Tomar en serio la formación continua de nuestros monjes y monjas, especialmente en formación humana.

- Revisar las Constituciones de las Monjas para que reflejen la historia y tradiciones de las nuevas comunidades agregadas.

- Examinar la cuestión de la internacionalidad y cómo podemos respetar y utilizar las diferentes culturas que componen la EBC.

- Reexaminar cómo hacer de las visitas una experiencia vivificante y renovadora.

¿Cómo puede AIM ayudar en la práctica?

El Boletín ofrece una rica fuente de artículos que revelan cómo se vive el carisma del monacato en diferentes partes del mundo. AIM puede ser un verdadero puente entre los monasterios del mundo en desarrollo, que están explorando nuevas y creativas formas de vivir la Regla y los monasterios establecidos de Europa y Norteamérica, etc. Se trata de un importante diálogo de escucha y aprendizaje unos de otros. AIM tiene la importante misión de reunir estas diferentes voces y experiencias. Tal vez podría considerar un encuentro monástico intercontinental para compartir preocupaciones comunes y crecer en comunión.

¿Qué experiencia significativa reciente puede compartir con nosotros?

Quizás una experiencia significativa fue la fructífera forma en que la pandemia del Covid condujo a un fortalecimiento de los lazos dentro de la EBC. Los periodos de "encierro" prolongado condujeron a una apreciación de la vida en comunidad y un acercamiento a través de “Webinars” que alimentó un verdadero compromiso intelectual y fraternal. El Covid también implicó que nuestro Capítulo General se pospusiera, lo que nos dio una magnífica oportunidad de iniciar un proceso de preparación en el que participara tanto cada comunidad, como también los Capitulares. El Capítulo General en sí fue un momento de verdadera sinodalidad, una escucha fraterna que se ha traducido en la creación de seis Comisiones para profundizar en el debate. La experiencia de este Capítulo General ya nos ha impulsado a soñar con el futuro y a afrontar el reto de hacer realidad nuestros sueños. El inmovilismo no es una opción, por lo que nuestras preocupaciones se convierten en el impulso para avanzar.

Resumen de las Respuestas al Cuestionario

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Perspectivas

Equipo Internacional de AIM


Resumen de las Respuestas al Cuestionario



He aquí algunos puntos clave de las respuestas al cuestionario de la AIM:


Las principales preocupaciones

El significado de la vida monástica en el mundo actual y cómo transmitimos los valores de la vida monástica a las nuevas generaciones.

Liderazgo y formación: el problema de encontrar personas adecuadas para estos servicios en nuestras comunidades.

La falta de vocaciones, la lentitud en la realización de las fundaciones y la preocupación por el creciente número de monasterios que se cierran.

La necesidad de arraigar nuestra vida monástica en la Palabra de Dios, la tradición monástica y el compartir de experiencias humanas y espirituales.

Los modos de superar la dicotomía y las divisiones entre los miembros de las comunidades y entre los individuos para nuestra vida y el bien común.

La necesidad de reflexionar sobre las diferencias en la vida monástica tal como se vive en el hemisferio norte y sur y la relación entre ellas.

Las formas prácticas de aplicar la encíclica Laudato Si' y el enfoque sinodal del Papa Francisco en nuestras comunidades monásticas.

Las cuestiones y problemas derivados de los vínculos y relaciones familiares, especialmente en lo que se refiere a las necesidades de los ancianos y los enfermos en el contexto de las culturas locales.


Prioridades en las que AIM puede ayudar

El ejercicio de la autoridad en las comunidades reflejando nuestros diferentes enfoques y tratando de desarrollar una comprensión más profunda de nuestro servicio de autoridad.

Promover la formación a todos los niveles: formación de superiores y de formadores (debe destacarse la labor de las asociaciones regionales y nacionales), la formación profesional y la formación en habilidades de comunicación. Ayuda a los encuentros internacionales de formación permanente. Becas para estudios específicos con vistas a la formación de recursos humanos en las comunidades. El desarrollo de medios concretos de trabajo en línea en el ámbito de la formación espiritual e intelectual.

Apoyo práctico a las comunidades frágiles.

Investigación sobre cómo apoyar a los hermanos y hermanas mayores en las comunidades.

Ayudar a fomentar las relaciones entre los miembros jóvenes y los mayores de las comunidades para beneficio mutuo.

Investigar y estudiar el uso de los edificios monásticos en relación con la vida y el tamaño de las comunidades: AIM podría proporcionar un foro de debate.

Ayudar a desarrollar la cooperación y el trabajo más estrecho con los laicos, así como a compartir responsabilidades con ellos.

El servicio permanente prestado por el Boletín y otras publicaciones.

AIM puede ayudar a promover la creación de redes entre comunidades locales y mundiales. AIM puede servir de puente entre hemisferio Norte y Sur, así como entre Oriente y Occidente fomentando y facilitando los intercambios entre comunidades y la acogida de inmigrantes en nuestras hospederías.

Ayudar a las comunidades en sus esfuerzos por ser económicamente autosuficientes.

Ayudar a las comunidades en proceso de cierre a trabajar reflexivamente sobre su experiencia y en el estudio de las posibilidades de futuro para ellas.

Fomentar y facilitar los intercambios de monjes o de monjas, entre comunidades, de forma temporal o más permanente.

La promoción de relaciones en pie de igualdad entre hombres y mujeres en nuestras Órdenes y Congregaciones.


Algunas experiencias recientes importantes

El establecimiento de nuevas congregaciones monásticas de mujeres, con los retos y oportunidades que han surgido.

Encuentros internacionales de hermanas jóvenes profesas y monjes que han tenido lugar en Roma.

La aplicación del enfoque sinodal en las reuniones de superioras y comunidades.

Una colaboración más estrecha de los dos Abades Generales cistercienses con el Abad Primado y el Moderador de la CIB.


En conclusión

Nada de esto es realmente nuevo, pero el hecho de que los líderes de nuestras comunidades señalen la importancia del papel de AIM para hacer frente a todos estos desafíos muestra 52

claramente la necesidad de que AIM desarrolle su servicio y preste una ayuda eficaz.

AIM continuará con su labor de proporcionar ayuda financiera para todo tipo de proyectos, en particular los relacionados con la formación y capacitación en los monasterios, Congregaciones, en las diferentes regiones. También desempeñará su papel en la orientación para avanzar de la mejor manera posible. Así podrá ayudarnos a responder cada vez más a la llamada de Cristo, que busca obreros para su Reino. Quienquiera que seamos, si respondemos a Él, nos conducirá a compartir la alegría de la fe y del amor, mientras miramos hacia su mundo nuevo.

Viaje a Canadá y Estados Unidos

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Noticias

Viaje a Canadá y Estados Unidos

Octubre de

 

Dom Jean-Pierre Longeat, OSB

Presidente de AIM

 

 

 

El padre Mark Butlin y yo visitamos varios monasterios de la costa oeste de Estados Unidos en octubre de 2023, como ya habíamos hecho en el Oeste, alrededor de la zona de Chicago, en 2015.

 

Jueves 5 - viernes 6 de octubre

Salimos de Roissy a mediodía del 5 de octubre, y tras una escala en Ámsterdam, llegamos a Vancouver después de un vuelo de diez horas. Nos recibió en el aeropuerto el padre Joseph, un monje de la Abadía de Westminster, a unos sesenta kilómetros de distancia. P. Joseph es un antiguo alumno del curso para formadores monásticos en lengua inglesa (MFP). Así que conoce bien al Padre Mark y tuvieron un cordial reencuentro.

El padre Mark es un veterano de AIM, ya que trabaja en la organización desde hace casi cuarenta años. Ahora tiene 91 años, pero aparenta 20 menos, y sigue dispuesto a realizar cualquier misión por el mundo. Incluso preparó este viaje, hizo el contacto con todas las comunidades, elaboró el programa y organizó el viaje entre Vancouver y Los Ángeles. Realmente admiro su capacidad para vivir la vida al máximo.

Descubrimos los bellos paisajes de esta región entre el mar y la montaña, no lejos de la frontera estadounidense. El monasterio está enclavado al pie de la montaña. Llegamos por la noche, la cena nos aguardaba.

Laudes se celebra en la iglesia a las 5 de la mañana. El edificio data de mediados del siglo pasado. La comunidad está formada por una treintena de monjes, muchos de ellos jóvenes, y varios aspirantes o postulantes que aún no han tomado el hábito monástico. El Oficio se celebra íntegramente en inglés, en un ambiente de paz y oración.

La misa se celebra a las 6.30 de la mañana, en presencia de los estudiantes, que participan activamente (el monasterio tiene un pequeño colegio de treinta y dos estudiantes). La celebración es a la vez digna y muy sencilla. La música es inglesa, salvo el canto gregoriano de entrada y comunión. El sacerdote que preside pronuncia la homilía. Había una veintena de fieles, además de los estudiantes.

Por la mañana, nos reunimos con el grupo de monjes en formación. Son unos diez (postulantes y novicios). Hablamos con ellos largo y tendido sobre la experiencia monástica y les explicamos en qué consiste AIM. En particular, respondimos sus preguntas, que fueron muy pertinentes. Hablamos de las expresiones externas de la vida monástica, coincidiendo en que lo importante no es la forma exterior, sino comunicar que los valores evangélicos dan sentido y significado al estilo de vida de la comunidad. Hay que evitar absolutizar las prácticas monásticas, y considerarlas como las únicas válidas.

Esto implica también que la Palabra de Dios esté en el centro de la vida de la comunidad. En general, los monjes y monjas que consiguen compartir esta Palabra de manera significativa, ya sea en la liturgia, a través de lo que les ha impactado personalmente en su lectio, o durante sesiones de lectio compartida, dan sentido a la Palabra. Esto da energía creativa y dinamismo, independientemente de la edad o del número de miembros de la comunidad. De este modo, la Palabra de Dios no sólo se escucha en la celda, sino que impregna la vida cotidiana de la comunidad, refresca y renueva el gusto por la vida, abre las puertas de la salvación y la salida del callejón sin salida de la muerte. Esta Palabra puede tocar a nuestros visitantes, los huéspedes de la comunidad, y compartirla con ellos de manera viva y fecunda. La Palabra tiene una dimensión mundial que puede llegar a todos los corazones, incluso a los que no comparten necesariamente la fe cristiana.

Después de esta excelente reunión, celebramos el Oficio del Mediodía y compartimos la cena. El monasterio tiene un huerto y los productos que comimos procedían directamente del huerto.

Por la tarde, el hospedero nos llevó a visitar el monasterio. El monasterio se fundó en 1939 y ha seguido creciendo desde entonces. Ahora es muy extenso. La iglesia, inaugurada a mediados de la década de 1950, es muy grande y tiene una arquitectura de hormigón muy original. Los monjes encargaron a varios artistas importantes para decorar la iglesia, que cuenta con impresionantes estatuas en las paredes. También hay un potente órgano y mobiliario reciente (incluyendo el coro) hechos por un ex monje de la comunidad que ahora dirige una pequeña carpintería.

A las 4:15 pm nos reunimos con la comunidad para una presentación en Powerpoint de AIM. Es sorprendente ver lo poco que se conoce esta organización entre los miembros de nuestras comunidades. Estamos más interesados en adquirir nuestra propia autonomía que en la construcción de una comunión de comunidades de gran envergadura, como alentaba el Concilio Vaticano II. No faltaron preguntas tras nuestra presentación.


Sábado 7 de octubre

La mañana fue un poco menos ajetreada. Fui a dar un paseo por los alrededores. El monasterio está situado en lo alto de una colina desde donde se ve un ancho río y las montañas nevadas a lo lejos. Todo ello está en perfecta armonía y ningún ruido ni perturbación llega a las alturas del monasterio.

A continuación, nos dirigimos a la granja. Dos hermanos se encargan de ella. Allí hay unas cincuenta vacas; en el establo quedan dos terneros, uno de los cuales pronto será sacrificado para llenar los platos de monjes e invitados, mientras que el otro se mantendrá como macho reproductor. El rebaño está destinado a proveer carne al monasterio y se compone de vacas Charolais, algunas de las cuales se importaron de Francia cuando eran adultas y sólo obedecen órdenes en francés.

También hay unas 150 gallinas que proporcionan huevos para el consumo de la comunidad. La cría de animales contribuye al equilibrio de la vida y el trabajo de la comunidad.

Por la tarde, algunos de los monjes querían continuar nuestra reunión del día anterior. Habíamos hablado sobre la importancia de una relación con la Palabra de Dios como fundamento de vida. Muchos de ellos pidieron un tiempo de lectio comunitaria sobre Evangelio del día siguiente. Doce hermanos se reunieron para lo que fue un nuevo estilo de Lectio para ellos. El Evangelio no era fácil: el de los siervos del terrateniente maltratados por los viñadores. Después de tres lecturas lentas del texto, dejamos que aflorara lo que surgía de nuestros corazones. Me sorprendió lo que compartimos. Realmente llegamos al corazón del texto y lo relacionamos con nuestra vocación monástica. Experimentamos que estábamos recibiendo la vida misma de Dios, que éramos capaces de recibirla juntos. ¿Cómo es posible que las comunidades cristianas no comprendan que ésta es la base de su alimentación y el medio de su conversión?

A continuación, dimos unos alcances de los últimos trabajos del Equipo Internacional de AIM a partir del cuestionario enviado a los presidentes de nuestras Órdenes y Congregaciones de la Familia Benedictina. Basándonos en las respuestas, hemos identificado una serie de orientaciones que ofrecimos al grupo. Las reacciones fueron realmente excelentes. Algunos otros hermanos se unieron a nosotros; todos son jóvenes, sedientos de sentido y de vida. Esto promete mucho para los años venideros.

Después de visitar las diferentes zonas del monasterio por la mañana, el P. Mark me dijo que estaba muy conmovido por la colaboración entre los jóvenes en formación y los hermanos mayores. No hay muchos hermanos mayores, pero participan plenamente en el desarrollo de la comunidad. Uno siente realmente que la vida comunitaria es compartida por todos.

El número de postulantes ha ido en aumento desde 2004 aproximadamente. ¿A qué se debe? Es difícil de decir. No se ha hecho nada al respecto; no ha habido ni publicidad, ni pastoral vocacional, ni nada por el estilo. La escuela que dirigen los monjes inspira a algunos estudiantes a querer unirse a la comunidad; algunos estudiantes vienen de lejos, incluso de América Latina.

Después de Vísperas, seguidas de una comida y de las Vigilias, nos despedimos de la comunidad, ya que, a la mañana siguiente, después del desayuno estaríamos saliendo para celebrar la misa dominical en la abadía de Saint Martin en Lacy, a casi 400 km de distancia. El hermano Joseph nos llevaría hasta allí.


Domingo 8 de octubre

Después del desayuno, partimos rápidamente. Cruzar la frontera con Estados Unidos tomó bastante tiempo. Había que mostrar los documentos de identidad en los controles de seguridad.

Llegamos al monasterio sobre las 10.30 am. Nos recibió el hospedero, que nos llevó inmediatamente a la sacristía para prepararnos para la misa, que se celebraba a las 11.00 am. La comunidad cuenta con una veintena de monjes de distintas edades. La iglesia de madera de estaba abarrotada de fieles, que formaban un semicírculo detrás de los monjes. La liturgia se celebra en inglés, con música original de un compositor local. El organista dirige la congregación con gran entusiasmo. El monje que preside la Eucaristía también predica. Quiso ser un poco provocador comenzando su homilía como un cuento de hadas: "Érase una vez...". Aprovechó la ocasión para mostrar hasta qué punto una institución encerrada en sí misma puede convertirse en una verdadera trampa. La parábola de los viñadores homicidas que se había leído concierne no sólo a los judíos, sino también a nosotros mismos, y debemos permanecer vigilantes cuando se trata de la no apropiación de bienes que pasan por nuestras manos.

Después de la misa y de instalarnos en la hospedería hubo una comida con autoservicio. Al salir del refectorio, el hospedero nos llevó a visitar los terrenos. La propiedad se extiende por muchas hectáreas y hay un enorme campus con unos 1.500 estudiantes en la periferia del monasterio. Hay una gran variedad de programas de estudio propuestos: desde los clásicos hasta las profesiones de la salud, sin olvidar la ciencia, la tecnología y la música... Algunos monjes participan en estos programas, pero principalmente trabajan laicos. Nos enteramos de que los edificios se construyeron durante un largo periodo de tiempo.

Las vísperas fueron a las 5:00pm. Tal como en la misa, los hermanos cantaron composiciones bastante complicadas en varias partes: uno se da cuenta de que esto forma parte de su tradición local y eran plenamente capaces de llevarla a cabo.

Después de las Vísperas, la comida, con autoservicio, sirve de momento de esparcimiento. Tuve una larga conversación con el antiguo abad, parte de su familia materna, es de origen francés. No habla ni entiende mucho francés, pero era bastante bueno imitando gestos franceses y bromeamos sobre ello. También nos habló de la historia del monasterio. Fue fundado a finales del siglo XIX, cuando un monje fue enviado desde la abadía de Collegeville al asentamiento alemán local. Pronto se fundó una escuela alrededor de la parroquia y otros monjes fueron a esta nueva misión. Desde entonces, la obra ha seguido floreciendo. Es evidente que la vocación de estos monjes está estrechamente ligada a la educación. Su establecimiento es muy renombrado.


Lunes 9 de octubre

El oficio de Laudes tuvo lugar a las 6.30 am: los salmos se alternan simplemente leyéndose en estrofas, alternados por los dos coros. El himno fue lo único que se cantó durante el Oficio.

Por la mañana, visitamos la espléndida biblioteca de la Universidad.

Al Oficio de mediodía seguía inmediatamente el almuerzo, que se tomaba en una sala especial reservada a los monjes en el restaurante de la universidad. Durante la comida se escuchó un audiolibro.

Antes de Vísperas nos reunimos con la comunidad, lamentablemente sin el Abad, que se encontraba en Roma para resolver unos asuntos. Él solamente lleva un año y medio en el cargo. Es de origen vietnamita, pero vive desde hace mucho tiempo en Estados Unidos. El intercambio con los hermanos fue muy enriquecedor. Todo el mundo se sorprendió de que AIM no es sólo un dispensador de fondos para proyectos monásticos, sino también un observatorio de la vida monástica en el mundo y una fuente de apoyo a las iniciativas en curso. Decidimos reunirnos de nuevo después de Vísperas para continuar el debate durante la cena. La discusión informal reflejó el espíritu de esta comunidad, cuya vocación es indudablemente educativa, pero que ahora la viven con su presencia y apertura a la a la misión, con menos implicación práctica en las actividades del colegio (aunque todavía hay alguna).

Los hermanos son conscientes de los problemas de AIM desde hace mucho tiempo, a través del Secretariado de AIM en Estados Unidos. Hacen regularmente una generosa contribución financiera. Pero debemos intentar ir más allá. Atravesamos una época de cambios radicales y las cuestiones esenciales deben abordarse claramente, compartiéndolas juntos.


Martes 10 de octubre

Después de Laudes y del desayuno, nos preparamos para partir. Antes de partir hacia Sacramento, el padre Justin nos llevó a ver a las Hermanas Benedictinas de la Congregación de San Benito, que tienen un priorato (St. Placid's) y un centro espiritual a pocos kilómetros de Saint Martin.

Fue una reunión maravillosa, que duró aproximadamente una hora. La decena de hermanas que forman esta comunidad no carece de dinamismo. Acogieron con gran interés las reflexiones que compartimos con ellas sobre el presente y el futuro de la vida monástica en el mundo. Nos despedimos con cálidos abrazos que reflejaban el tono de nuestro encuentro.

El coche se dirigió entonces al aeropuerto de Seattle, a una hora de distancia. Desde allí volamos a Sacramento.

A la llegada, nos recibió el abad Paul-Mark, de la abadía de New Clairvaux, donde nos alojaríamos unos días. Para llegar allí, tuvimos que conducir otras dos horas.

Llegamos sobre las 6:00 pm, nos perdimos las Vísperas y nos llevaron rápidamente al refectorio para comer algo.

Tras una breve charla en el despacho del abad, nos dirigimos a la sala capitular. Nos presentaron rápidamente a la comunidad. Durante nuestra estadía, se celebrarían al menos dos reuniones con la comunidad y conoceríamos a varios hermanos que nos mostrarían diferentes facetas del monasterio.

Las Completas se cantaron en la oscuridad, terminando, como debe ser, con una Antífona mariana. Todo en este lugar es tan hermoso. Los edificios cubren una gran área y están todos en el mismo nivel. Hay corredores al aire libre cubiertos por una sencilla estructura de madera que los une. Es como un gran jardín rodeado de varios edificios.


Miércoles 11 de octubre

Las vigilias fueron a las 3.30 am. ¡Toda la comunidad estaba presente! El lector tenía una voz grave, era muy elocuente y lo entendí todo, aunque tenía un acento muy fuerte. Era un placer escuchar su voz en medio de la noche.

Después de la misa hubo media hora de silencio. Aprecié este intervalo de tiempo compartido por la comunidad. La calidad del silencio era intensa.

A continuación, desayuno y tiempo personal. Laudes y misa a las 6.30 am. Luego, el Abad nos llevó a visitar la iglesia, que es una verdadera curiosidad, a la que acuden a ver personas de todas partes. Parte de la iglesia es en realidad una sala capitular medieval importada de España. Es una larga historia, y la construcción no se terminó hasta la década de 1980. No sólo se reconstruyó la sala capitular, sino que el arquitecto le añadió una parte moderna, con vistas a la naturaleza, a través de ventanas arqueadas cada una coronada con otra ventana de ojo de buey. El mobiliario se diseñó con el mismo espíritu, combinando modernidad y tradición y el resultado es muy atractivo. También hay un órgano procedente de una comunidad religiosa cercana que quería deshacerse de él, una hermosa capilla contigua del Santísimo Sacramento y un vestíbulo que da entrada al conjunto del edificio. Hay un artículo sobre la iglesia en este número AIM.

Después del oficio de Tercia, el Abad nos confió al Padre Thomas, el antiguo abad del monasterio, que pronto celebraría su 90 cumpleaños. El Padre Thomas, cuya sencillez y espontaneidad, son encantadoras, nos llevó a visitar la magnífica biblioteca que él mismo dirige. Tiene unos 40.000 volúmenes. Es la biblioteca trapense más grande de los Estados Unidos. La formación monástica ha sido una preocupación de los sucesivos superiores del monasterio, que han logrado constituir una extensa biblioteca que contiene todas las obras de referencia, tanto en revistas como en libros.

Después de Nona, el hermano Francis nos llevó a recorrer la finca en coche. Los terrenos del monasterio ocupan 600 hectáreas. Cultivan árboles frutales, principalmente ciruelos y nogales y también tomates. Todo esto se confía a una empresa independiente, lo que libera a los monjes de estar demasiado pendientes de ello y les permite obtener el máximo beneficio de la cosecha. Un porcentaje va a la empresa en cuestión y el resto, por supuesto, a la comunidad monástica. También hay un viñedo con todo tipo de cosechas, sobre todo españolas. Terminamos nuestra visita en la sala de degustación. Las viñas, como el resto de la plantación, se tratan de manera ecológica.

Nos reunimos con la comunidad después de Vísperas para hablar del trabajo de AIM. La comunidad conoce bien AIM-USA, ya que el abad Paul-Mark fue miembro de su Consejo. Explicamos cómo el trabajo de este Consejo encaja en las actividades generales de AIM Internacional y a continuación compartimos un resumen de las respuestas al cuestionario de AIM. Al día siguiente tendríamos otra sesión de trabajo con la comunidad para recoger sus comentarios y preguntas.

Hay muchos hermanos no nativos o de ascendencia no nativa en la comunidad, especialmente del mundo asiático. Por supuesto, esta es una característica de los Estados Unidos en general, pero, de todos modos, la integración sigue siendo un proceso que hay que acompañar. La comunidad de New Clairvaux es una de las más prósperas de Estados Unidos, al menos entre los trapenses, sería interesante conocer qué criterios se utilizan en el discernimiento de las vocaciones. En cualquier caso, la impresión general fue muy positiva y no cabe duda de que esta comunidad está verdaderamente haciendo mucho bien.


Jueves 12 de octubre

Por la mañana, pasamos un rato con el Celarario. Es vietnamita. Lleva años en Estados Unidos. Nos enseñó su departamento, que tiene varias salas. Nos presentó a un colombiano que ha trabajado como personal de mantenimiento durante los últimos ocho años. Luego nos mostró la parte administrativa de la explotación, principalmente los viñedos, así como los distintos talleres donde trabajan varios empleados. Los edificios están a la altura de la inmensidad de la propiedad; hay viejos graneros que cubren una gran superficie, en los que nunca falta trabajo. Sin embargo, el ambiente es sereno y monástico.

No desde hace mucho (solo unas pocas décadas), los monjes eran responsables de todo el trabajo; prácticamente no había laicos. En la actualidad los monjes se liberan de actividades demasiado especializadas; ocupan varios puestos de responsabilidad en la administración de actividades generadoras de ingresos, o dedican tiempo al funcionamiento del monasterio y a recibir a los huéspedes en la hospedería.

Por la tarde, mantuvimos una larga reunión con el Abad, que nos presentó con más detalle su comunidad. La internacionalidad que la caracteriza es, en el fondo, una nota muy californiana. No tiene nada de extraordinario, y ha sido así en la comunidad desde hace mucho tiempo: el hecho de que haya chinos, vietnamitas, un indonesio y Dios sabe qué otras nacionalidades viviendo junto con los estadounidenses nativos, que a su vez tienen diversas ascendencias, algunas de ellas europeas, difícilmente es un problema ante sus ojos. Debemos dejar que el tiempo haga su trabajo y dar testimonio de que esta universalidad es posible. ¿No es ésa una de las dimensiones del Reino de Dios?

La reunión vespertina fue muy animada. Tuvimos muchas preguntas, especialmente sobre la colaboración y la comunión compartida con los laicos, que fue a lo que más tiempo dedicamos. El Abad habló de la importancia del Boletín AIM, que nos ayuda a reflexionar sobre ciertos temas relativos a la evolución de la vida monástica. Nos alegramos de ver un nivel tan alto de participación, pero habríamos necesitado mucho más tiempo para profundizar en todo ello y sacar conclusiones concretas para la vida cotidiana de nuestras comunidades.


Viernes 13 de octubre

La mañana fue un poco más tranquila antes de nuestra salida a las 10.30 de la mañana hacia el aeropuerto de Sacramento. De camino, hicimos una parada para almorzar en un típico restaurante californiano, decorado con tablas de madera y algunos sombreros de vaquero perdidos.

Había muy poca gente en el aeropuerto. La facturación y los controles de seguridad se desarrollaron sin contratiempos. Aterrizamos en Portland (Oregón) alrededor 4:45 pm. Nos costó un poco encontrar al monje que había venido a recogernos. Se llamaba Jean-Marie Vianney y es originario de Vietnam. Salimos hacia Mount Angel y llegamos al monasterio hacia las 7:30 pm, donde ya se habían cantado las completas. Nos dirigimos inmediatamente a la hospedería.


Sábado 14 de octubre

Las Vigilias, Laudes, desayuno y misa se sucedieron por la mañana. Fue un comienzo de día bastante pesado. Después de la misa, el Abad nos llevó a visitar el monasterio y sus alrededores. Fue elegido Abad en 2006.

Ha sido capaz de desarrollar una visión global muy coherente dentro de su monasterio.

La comunidad monástica de Mount Angel pertenece a la congregación suizo-americana. Fue fundada por la abadía de Engelberg a finales del siglo XIX. Actualmente cuenta con unos cuarenta monjes, con un número bastante elevado de jóvenes.

Forma parte de un interesante paisaje eclesial. La Abadía dirige un seminario diocesano con setenta seminaristas para varias diócesis de la región. Varios monjes trabajan en él y el Abad nombra al Rector. El edificio del seminario es bastante impresionante. Está situado junto al monasterio, en perfecta armonía con el conjunto arquitectónico. La idea de que los seminaristas se formen en asociación con un monasterio me parece muy inspiradora: es un estímulo para basar la propia vida de apóstol en profundos fundamentos espirituales, tanto a nivel personal como comunitario.

A continuación, visitamos la biblioteca, que sirve tanto a la Abadía como al Seminario. Fue diseñada por el famoso arquitecto finlandés Alvar Aälto y fue su última obra; puede considerarse su testamento arquitectónico. Mi visita a este lugar me dejó sin palabras. Los 300.000 volúmenes reunidos aquí están dispuestos como en un santuario de estudio intelectual y espiritual. La disposición no sólo es práctica, sino que la belleza del diseño y del espacio es realmente única. Es esencialmente una biblioteca religiosa en la que se exige silencio desde el momento en que se entra. No pude contener mi admiración mientras recorría las estanterías.

A su lado hay otro edificio diseñado por otro arquitecto, que se enorgullecía de pensar que su obra estaría junto a la de Alvar Aälto. El edificio es un instituto monástico al que acuden personas y grupos que vienen a aprender sobre la vida monástica y la cultura literaria, artística y cinematográfica de ayer y hoy. Estos eventos son muy populares. En julio, por ejemplo, se celebra un gran festival de música como parte del programa del Instituto Monástico. Incluso hay actividades deportivas.

La hospedería, también construida en las últimas décadas, es bastante excepcional. Cuando la visitamos, nos encontramos con todo tipo de grupos reunidos en diferentes salas. Todo está perfectamente distribuido y es muy bonito. También hay una terraza. El comedor da al campo a través de grandes ventanales, y el cielo sabe lo hermoso que es el paisaje que rodea este monasterio en lo alto de una colina. Hay cuarenta y cinco habitaciones que siempre están muy solicitadas. El hecho que haya un seminario en Mount Angel significa que el monasterio participa en un programa pastoral de acogida de inmigrantes, en colaboración con todas las diócesis implicadas.

Para apoyar todo esto, hay unos ochenta empleados que trabajan en estrecha colaboración con el monasterio. Adicionalmente, los ingresos del monasterio proceden de la agricultura intensiva, 700 hectáreas de bosque, inversiones y donaciones (para las que existe un departamento especial encargado de gestionar la recaudación de fondos y las donaciones). Las donaciones no sólo se hacen espontáneamente, sino que también se solicitan y un monje es el director de esta unidad de recaudación de fondos.

Tuvimos tiempo de recuperar el aliento antes del Oficio de Mediodía y la comida.

La liturgia se desarrolla íntegramente en inglés. Los textos utilizados son los que figuran en el misal y el antifonario. Estos textos están traducidos y adaptados del latín y musicalizados por un monje. Desde mi punto de vista es totalmente satisfactorio. Las melodías gregorianas se han adaptado a los textos (lo que es posible con la lengua inglesa) y el ambiente de oración no es muy diferente del de una liturgia en la que se cante el gregoriano clásico. Se respiraba mucha paz y serenidad; oración comunitaria en la que se puede meditar con tranquilidad.

Por la tarde, nos reunimos con la comunidad para hablar de AIM. Todos los hermanos estaban presentes y muchos de ellos hicieron preguntas muy interesantes. Percibimos su gran deseo de reflexionar sobre lo que está ocurriendo en el mundo y en nuestras comunidades. Los monjes tenían mentes abiertas y libertad de espíritu. La comunidad es bastante homogénea. Hay pocos extranjeros no integrados plenamente. Imagino que no todo puede ser fácil en el día a día, pero, en cualquier caso, no se nota a primera vista. Decidimos que aquellos que quisieran continuar con el intercambio de ideas, podríamos hacerlo después de la comida, durante el "recreo". Esto es exactamente lo que ocurrió y el debate fue tan rico como el de la tarde.

Las vigilias del domingo pusieron fin a la velada.


Domingo 15 de octubre

Las Laudes no empezaron sino hasta las 6.35 de la mañana. Pudimos tener algo de tiempo personal antes de la misa de las 9:00 am. La misa se celebra solemnemente con un gran número de fieles, así como con todos los seminaristas, que ayudan con los cantos. Todo está en inglés, pero en estilo gregoriano. Es sencillo, accesible y bien compuesta. Al final de la celebración, sin embargo, los monjes y la multitud cantaron un coral en la tradición anglosajona, que contrastó ligeramente con la sobriedad del resto de la ceremonia.

Tras la misa, el Abad presentó lo que se ha puesto en marcha en la comunidad en términos de clarificar los objetivos y hacerlos más visibles. Todos saben a qué están comprometidos y lo que esto significa en el corazón mismo de la comunidad. Este proyecto de vida, elaborado en común por todos los hermanos, sirve como referencia en el que los monjes encuentran un lenguaje común y una perspectiva compartida. Un artículo de este boletín de la AIM presenta esta perspectiva.

A las 11 de la mañana, nos reunimos con la decena de jóvenes monjes que aún están en formación para un debate libre que siguió a nuestra presentación del día anterior. Comenzamos con el documento presentado por el Abad. El debate llegó lejos; pudimos abordar algunas cuestiones fundamentales sobre el sentido de nuestra vida, la calidad de nuestras relaciones, la cuestión del equilibrio entre la expresión personal y el bien común, etc. Me sorprendió la diversidad de monjes jóvenes y su capacidad para expresarse con tanta libertad.

Volví sobre la importancia de estar arraigados en compartir la Palabra de Dios y los textos que han transmitido su mensaje en la tradición monástica. La conversación se prolongó durante una buena hora.

Después de comer y descansar, hacia las 3:30 pm salimos en coche a visitar la propiedad. Los monjes poseen un total de 2.000 hectáreas, incluyendo bosques y tierras de cultivo. Así que la visita a la propiedad fue larga. Nos dirigimos al pueblo vecino, que también se llama Mount Angel. Fuimos hasta la iglesia parroquial, que estaba cerrada. En el camino de vuelta, nos detuvimos en la fábrica de cerveza del monasterio. Los monjes producen una cerveza llamada “Benedictina”, que ha tenido un gran éxito. Visitamos los edificios donde se fabrica la cerveza y paramos a tomar algo en la pequeña cafetería de al lado. Había bastantes clientes sentados alrededor de las mesas en un ambiente cordial.

Regresamos para Vísperas, seguidas de la comida. Como todos los domingos por la noche, es un momento de conversación y la oportunidad de beber un poco de vino y otras bebidas. Después participamos en el recreo comunitario. Retomamos los temas planteados en las reuniones anteriores.

Sólo estuvieron presentes los que querían estar presentes, lo que significaba que todos podían dar sus impresiones sobre todo lo que se había compartido.

Las Completas pusieron fin a la jornada. Al día siguiente salimos a las 5.15 am hacia el aeropuerto de Portland para regresar a California, al monasterio de New Camaldoli, donde de hecho, viviríamos una experiencia muy diferente.


Lunes 16 de octubre

El viaje transcurrió lo más tranquilo posible, primero en coche y luego en avión hasta Monterrey, vía San Francisco. A la llegada, nos recibió un postulante camaldulense, cuyo monasterio íbamos a visitar. Él había llevado al padre Prior al médico y debía recogerlo después de encontrarnos al bajar del avión. Cuando recogimos al Padre Ignacio, ya era tarde, y como había una gran distancia hasta el monasterio, decidimos parar en algún sitio para almorzar.

Llegamos al monasterio a primera hora de la tarde, por una serpenteante carretera de montaña con vistas a la costa. El paisaje es impresionante. El monasterio camaldulense está situado en lo alto de una colina, y todos los edificios forman un pequeño pueblo. Nos instalamos y nos dirigimos a la iglesia a las 5 de la tarde para las Vísperas y la Misa. Había una docena de hermanos y algunos invitados. El Prior presidió la misa e improvisó una homilía muy sugerente.

Por la noche, no hay comida en común; cada uno se las arregla por su cuenta en su ermita. La velada termina cuando todos se retiran a sus ermitas hasta el día siguiente, en que se celebran vigilias a las 5.30 de la mañana.


Martes 17 de octubre

Los Camaldulenses son una orden monástica de derecho pontificio fundada por San Romualdo de Rávena en 1012 en Camaldoli, en Toscana (Italia), bajo la Regla de San Benito. Los monjes camaldulenses combinan una vida comunitaria de trabajo y oración con el eremitismo. Generalmente viven en ermitas y se reúnen para unas pocas actividades comunes: ciertos oficios, comidas, capítulo, trabajo o descanso. Su vida de soledad es menos radical que la de los monjes cartujos, pero es más o menos de la misma inspiración, al estilo benedictino.

Por la mañana, después de Laudes, nos reunimos con la comunidad. Procedimos del mismo modo que en los otros lugares. Nos escucharon atentamente. Había un ambiente de real interés. Decidimos volver a reunirnos al día siguiente para profundizar en el tema.

El padre Mark acababa de recibir un mensaje del monasterio de Valyermo, que iba a ser nuestra última parada. Habían tenido dos muertes y no estaban en condiciones de recibirnos. Así que nos quedaríamos en Nuevo Camaldoli hasta la fecha de nuestro regreso a Francia.

Almorzamos con la comunidad. Paradójicamente, los hermanos hablan durante esta comida, excepto los viernes, que se hace en silencio. Por la noche, preparan su propia comida en sus ermitas.


Miércoles 18 de octubre

Por la mañana tuvimos otro excelente encuentro con la comunidad en respuesta a nuestra presentación de ayer. Fue una reunión positiva. Y como todavía íbamos a estar allí los próximos días, decidimos organizar nuevas reuniones a las que los monjes de la comunidad serían libres de asistir.


Jueves 19 de octubre

Otra reunión por la mañana con un grupo más reducido de la comunidad, pero fue un debate apasionante en el que se plantearon todo tipo de temas relacionados con la vida de nuestras comunidades: dónde estudiar, periodos de formación en el extranjero, cuestiones de interculturalidad, cierre de monasterios, cómo vivir cuando se sabe que la comunidad se va a cerrar, recentrarse en los valores evangélicos, etc.


Viernes 20 de octubre

Este fue nuestro último día completo en Estados Unidos. Al día siguiente teníamos que volar de regreso a Los Ángeles.

Por la mañana, el Padre Prior Ignacio nos propuso ir a la cima de la montaña que hay sobre el monasterio, para tener una vista impresionante. Subimos en coche, una especie de viejo jeep todoterreno que necesitaba un poco de limpieza antes de sentarnos. Lo conducía el hermano Carlos, un novicio mexicano que fue nuestro ángel de la guarda durante toda nuestra estancia. A mitad de camino, nos detuvimos junto a un lago que parecía salido de una ficción romántica. Allí recordamos a los antiguos nativos de estos parajes, nativos americanos que hace tiempo emigraron a las ciudades donde han triunfado en los negocios, al tiempo que intentan mantener su propia identidad. Hablamos de los animales salvajes que aún existen en estas montañas: linces e incluso leones (pumas). Nuestro conductor ya se había cruzado con un gato montés, un tipo de felino con aspecto de gran gato salvaje, cuya visión es muy inquietante.

Un poco más adelante, Carlos nos mostró una roca en la que se habían escarbado agujeros y sobre las cuales había piedras labradas que se utilizaban para moler grano en esas cavidades. Esta era una práctica común de los amerindios de California.

Continuamos hasta la cima de las montañas, donde la vista era realmente impresionante. Debajo de nosotros, podíamos ver las ermitas y el monasterio escondidos entre los árboles. Los monjes que viven aquí desde la década de 1950 han desarrollado toda la zona. Ellos crearon las carreteras de montaña asfaltadas y pavimentadas. Diseñaron la arquitectura y la disposición de su monasterio con la ayuda de amigos expertos. Aquí, en este rincón totalmente remoto de las montañas californianas, siguen una vida monástica equilibrada entre la soledad y la vida cenobítica. Sus rostros atestiguan la belleza de su vida, aunque por supuesto no debemos idealizarla.

Es hora de volver a bajar. Nuestro conductor maniobró en la estrecha carretera para hacer un giro en U, conduciendo un poco más al borde de la carretera. Pero justo cuando estaba a punto de dar marcha atrás, las ruedas traseras del coche no pudieron retroceder y se clavaron en la arena hasta quedar girando en el vacío. El vehículo estaba atascado y no podíamos salir. El teléfono no funciona en estos lugares remotos. Sólo había una solución: bajar caminando a buscar ayuda. Estábamos a unas dos horas de camino desde las ermitas. Carlos se nos adelantó a paso ligero. De hecho, corrió durante toda la bajada. Yo me quedé solo con padre Mark y, como viejos aventureros experimentados en todo tipo de circunstancias, nos reímos de la situación.

Por dentro, no estaba muy alegre porque padre Mark no podía caminar mucho tiempo sin agotarse. Encontré un bastón para él y avanzamos dando pequeños pasos. Íbamos por donde soplaba el viento, no conocíamos el camino y estábamos en algunos giros. Al cabo de un rato, tuvimos la impresión de que estábamos un poco perdidos en medio de la nada. ¡Tenía miedo de que un gato montés apareciera de repente de la nada! Mantuvimos el sentido del humor y, una vez más, el padre Mark se ganó mi admiración. No creo que mucha gente de su edad sería capaz de hacer frente tan generosamente a una situación así. Al final oímos el ruido de los coches.

Nuestro conductor había corrido tan rápido que nos encontró en poco tiempo, acompañado por algunos hombres fuertes que trabajan en el monasterio y que serían capaces de sacar nuestro vehículo del lugar donde estaba atascado. El hermano Carlos sudaba a mares y seguía sin aliento. Lo sentimos por él. Pero la aventura había terminado. Volvimos al monasterio en otro vehículo y fuimos directamente a la misa que acababa de empezar.

El día transcurrió apaciblemente y, por la noche, después de Vísperas, disfrutamos de una cena festiva con toda la comunidad. Una vez al mes, los hermanos se toman este apreciado tiempo libre. También era una forma de despedirse de nosotros. Había vino de California o Nueva Zelanda y algunas cervezas de diferentes lugares. Al final de este tiempo, ofrecimos unas palabras de agradecimiento. El Prior nos ofreció dos libros sobre la historia de su monasterio y la de los camaldulenses. Fue un momento cálido y fraternal. Regresamos a nuestras respectivas ermitas para pasar la última noche.


Sábado 21 de octubre

El sábado fue nuestro último día en suelo americano. Celebramos la misa con la comunidad a las 6.30 am, luego partimos hacia Monterrey, donde nos embarcamos en el avión hacia Los Ángeles y París.

Nos dimos un fuerte abrazo y prometimos volver, como siempre hacemos en estas ocasiones. Son promesas sinceras, pero no siempre es posible que se hagan realidad... lo sabemos. Pero en ese momento ¡lo creímos de verdad!

Aterrizamos en París a última hora de la mañana del domingo 22, media hora antes de lo previsto. El tiempo era más bien gris. California estaba lejos. Me oía hablar francés. Misión cumplida.



Un Breve Ensayo sobre la “Visión Visual”

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Reflexiones

Dom Jeremy Driscoll, OSB

Abad de Mount Angel (USA)

 

Un Breve Ensayo sobre la “Visión Visual”

 

La visión visual” intenta resumir en términos visuales y con frases cortas mi visión de cómo espero dirigir la comunidad como su abad. Esta Visión está arraigada en mi lema: “Buscad las cosas de arriba”. Este breve pasaje de Colosenses 3, 1 pretende evocar uno más que San Pablo desarrolla a partir de esta exhortación. Colosenses 3, 1-17 es la visión ampliada expuesta en términos bíblicos y con autoridad bíblica. Incluye versículos que se refieren a la conversión monástica continua: “Haced morir, pues, las partes de vosotros que son terrenas”. (Col 3, 5) Y se refiere a una lista de bellas virtudes y prácticas que la vida monástica busca desarrollar en nosotros. (Col 3, 12-17)

Esta visión bíblica se desglosa en cinco pilares, cada uno de los cuales explicita en un área diferente lo que yo describo como “El Camino Monástico y el Camino de Mount Angel”. Ser un monasterio nos establece en una forma particular de vida religiosa en la Iglesia, profundamente arraigada en tradiciones que deben formarnos constantemente. Pero hay muchos estilos y enfoques dentro del camino monástico, y a través de su historia Mount Angel ha establecido su propio estilo y tradiciones dentro del camino monástico. Quiero que estas dos dimensiones de nuestro rico pasado nos guíen en nuestro presente y en nuestros movimientos hacia el futuro. No estamos simplemente obligados a repetir el pasado, pero sí quiero que cualquier nuevo movimiento y decisiones que tomemos para el presente y el futuro estén en continuidad inteligente, consciente y reflexiva con el pasado.


El primero de los cinco pilares se titula “Claridad en el cómo y el por qué”. Aquí expreso mi convicción − aprendida de la tradición y confirmada por la experiencia− de que la singularidad del camino monástico no se arraiga profundamente a menos que se articule en voz alta, con regularidad y continuamente profundizada por la exposición a las fuentes monásticas. Creo que hacerlo es una de mis principales responsabilidades como abad y mis tareas anteriores como monje me han puesto en una posición para hacerlo.

Bajo de este pilar, se enumeran varias formas prácticas de plasmar esto para el momento actual de la vida de la comunidad. Sin atención a este pilar, corremos el riesgo de ser una comunidad de, sí, buenos hombres que viven juntos, pero sin nada específicamente monástico. Las casillas bajo los pilares son fluidas en su formulación. Pueden añadirse a medida que se van cumpliendo los objetivos.

El segundo pilar se titula “Comunión”[1]. Destaca el valor del monacato cenobítico en la versión articulada en la Santa Regla de San Benito. A lo largo de toda la Regla, San Benito legisla y exhorta, en pequeñas y grandes formas, prácticas para que toda la comunidad camine junta. No somos tanto individuos que se encuentran viviendo juntos en el mismo edificio, sino que nos dirigimos hacia Dios como un cuerpo corporativo y Dios se mueve hacia nosotros con gracias que nos hacen un solo cuerpo. Este es el “nos pariter” del final de la Santa Regla (RB. 72,12). Bajo este pilar, se explican varias formas de “comunión”. El abad y la comunidad deben buscar continuamente fortalecer estos lazos comunitarios.

El tercer pilar se llama “Presencia y guía del Abad”. San Benito hace especial hincapié en el papel del Abad en la comunidad. Esto se articula ampliamente en RB. 2 y RB.64, pero también a lo largo de toda la Regla en grandes y pequeñas maneras.

Aquí la comunidad sentirá inevitablemente el impacto del Abad particular que Dios, a través del discernimiento de la comunidad, ha puesto en el papel de Abad. Un Abad será capaz de hacer lo que sus propios dones y antecedentes le permitan, necesariamente con ciertas deficiencias.

Por mi parte, quiero desarrollar un cuerpo de enseñanzas para la comunidad sobre cómo vivir el misterio de Cristo y cómo dejarnos moldear por la tradición monástica. Quiero encontrar el coraje y la fortaleza necesarios para desafiar a la comunidad a un mayor crecimiento y, al mismo tiempo, crear una cierta facilidad y alegría para seguir mi liderazgo. Soy consciente de que la comunidad necesita la presencia del Abad en su vida cotidiana y soy consciente de que muchos de los monjes, si no todos, pueden beneficiarse de la atención personal del Abad. Confieso que me siento incapaz de estar presente para todos como desearía, y espero que la comunidad me ayude buscando formas creativas para hacerlo.

Bajo este pilar se expresan algunos de mis objetivos actuales de presencia y orientación. Necesitaré la opinión y el compromiso de la comunidad ya que este pilar nos guía a todos.

El cuarto pilar se llama “Contribuir a la Iglesia en todo el mundo”. Este pilar reconoce la forma en que la vida monástica a lo largo de la historia de la Iglesia ha tenido un impacto particular que puede ser etiquetado como la “contribución monástica”. El propio Mount Angel ha tenido su propio impacto en esta región del país y, de hecho, en todo el país y en varias partes del mundo. Veo que la comunidad está definitivamente llamada a continuar haciendo esta contribución y que hacerlo da energía y propósito a nuestra vida en común. Bajo este pilar se agrupa nuestro trabajo, especialmente en el Seminario, la Biblioteca y la Hospedería, así como en varios niveles de trabajo parroquial, todo lo cual formó parte inextricable camino monástico de Mount Angel a lo largo de su historia. Creo que estamos en una nueva era en la que la Iglesia nos busca más que nunca para que hagamos esta contribución monástica única en hospitalidad, en cultura, en aprendizaje y en un estilo pastoral y teológico particular.

El quinto pilar se llama “Progresar en esta forma de vida”, una frase tomada del Prólogo de la Santa Regla. La tradición monástica es insistente en el hecho de que nuestra vida de fe es un proceso que necesita una atención y un impulso continuos. Nunca hay un punto de llegada en el que podamos descansar cómodamente y decir que hemos terminado. Éste es un pilar en el que el abad y los hermanos se presionan mutuamente para crecer. Significa estar abiertos a hacer las cosas de forma diferente, no sólo para ser diferente porque sí, sino para tener el coraje de hacer las cosas de otra manera si las circunstancias lo exigen. Se requieren sabiduría y moderación para saber aplicar la presión justa. Bajo este pilar, una línea de la RB 64, 19 puede guiarnos: “para que los fuertes deseen más y los débiles no retrocedan”.


[1] Nota del Traductor: La palabra empleada es Togetherness que hace referencia al sentimiento de estar unido con otra persona en amistad y comprensión. “Juntedad”.

Vivir en una Comunidad Monástica Multicultural

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Testigos

Dom Paul Mark Schwan, OCSO

Abad de New Clairvaux, Vina (USA)

 

Vivir en una Comunidad Monástica Multicultural

 


Nuestro monasterio de Nuestra Señora de New Clairvaux, Vina, USA, está situado en la parte norte del estado. Nuestra comunidad monástica, comúnmente llamada comunidad de Vina, refleja la diversidad étnica de la población del Estado de California, donde ningún grupo étnico o lingüístico constituye una mayoría. Todos somos minorías.

Actualmente, nuestra comunidad monástica está formada por las siguientes etnias, vietnamita, singapurense, canadiense, filipina, china, hispana y euroamericana. ¿Cómo vivimos la realidad práctica de esta siempre presente diversidad en nuestra comunidad?

Como comunidad trapense-cisterciense, nuestra llamada bautismal común y su particular expresión vocacional es una escuela de caridad bajo la Regla de nuestro Padre San Benito, el liderazgo de nuestro Abad y el imperativo de amar el lugar, a los hermanos y a la Regla son factores unificadores esenciales que forman la cultura monástica particular aquí en Vina. Esto necesariamente trasciende las culturas etno-raciales de origen de los 19 monjes de nuestro monasterio. Sin embargo, la realidad de vivir, comprenderse, aceptarse y respetarse unos a otros, en un entorno monocultural, es aún más difícil en el entorno multicultural de Vina.

Antes de seguir adelante con mi experiencia de pastorear nuestra comunidad monástica multicultural, quisiera en primer lugar definir la cultura y cómo entiendo la vida multicultural. Expongo algunas ideas extraídas de dos libros muy útiles: “The Bush was Blazing but not Consumed”[1] y “God is Rice”[2].

¿Qué es la cultura? El concepto no puede limitarse a la raza y/o etnia. La cultura es una experiencia existencial que lo abarca todo. Incluye necesariamente un sistema de valores, creencias, percepciones, suposiciones, patrones, costumbres y prácticas. Parte de esto es consciente, pero creo que mucho más es inconsciente. Este sistema cultural es lo que nos permite interpretar, evaluar y responder a la vida y a nuestro entorno. La vida es un gran misterio que a veces puede parecer hostil. Todos los sistemas culturales son intentos de cobijar a la persona, reducir la ansiedad al explicar las fuerzas que pueden socavar la familia, la comunidad, la sociedad y la nación. Por tanto, un sistema cultural es el que ayuda a proporcionar un andamiaje de elementos unificadores que construyen estructuras que mantienen unido a un colectivo de personas con seguridad.

En una comunidad multicultural, como la nuestra, la singularidad de las culturas representadas en el monasterio no puede destruirse. Por ejemplo, si un candidato de fuera de USA entra en Vina, no va a ser formado como una estadounidense, incluso si la sociedad en la que se inserta el monasterio tiene su impacto. No, el candidato viene en respuesta vocacional a una llamada de Dios a vivir el Evangelio como un monje. Así, el candidato entra en la cultura monástica que se encuentra en Vina y se forma para ser monje dentro del carisma del monacato Trapense-Cisterciense.

Lo que se mantiene en este caso de formación es la identidad del candidato, al mismo tiempo que se le enseña a entablar un diálogo constructivo con los demás. El respeto y el apoyo son cruciales por parte de todos los implicados. Este es un criterio básico de la formación monástica en cualquier programa sano de formación. Equilibrar la comunicación con el otro y al mismo tiempo reconocer la propia auténtica identidad permite a ambas partes aprender el uno del otro, crecer, cambiar (conversio) y asumir una identidad, cohesión y espíritu colectivos (communio). Esta es la transformación evangélica, el propósito mismo de la vida monástica.

Cuando se recibe a un candidato de una cultura diferente a la cultura de la comunidad receptora, hay dos cosas que me han ayudado. Una, conocer y comprender mejor mi propia cultura. Esta es una experiencia esclarecedora. En segundo lugar, conocer lo más posible la cultura del candidato que se recibe. Por ejemplo, he leído tanto sobre las diversas historias y culturas representadas en Vina que puedo llegar a tener más conocimientos que el candidato sobre su propia cultura. Pero como se ha dicho antes, la cultura es mucho más que conocer hechos, es una forma de vida completa, profundamente arraigada en el espíritu de cada uno.

Los aspectos de mi propia cultura, como es lógico, son a menudo inconscientes y sólo pueden aflorar al nivel consciente mediante el estudio y la reflexión. Y esto forma parte de la ascesis monástica de crecimiento en el autoconocimiento (humildad). Con una nueva apreciación de mi propia cultura, se me proporciona un vocabulario que me permite formular preguntas al candidato para que pueda compartir conmigo la riqueza de significado que su cultura tiene para él, al encontrarse con nuestra cultura monástica y con la cultura americana de la que ahora forma parte.

Si el inglés no es la lengua materna del candidato, entonces es necesario impartirle clases del idioma. Nuestra práctica ha sido contratar a un profesor cualificado de inglés como segunda lengua para que venga al monasterio. Las clases suelen impartirse varias veces por semana. La duración del curso oscila entre uno y dos años, dependiendo de la capacidad del candidato. Se ha demostrado que es valioso, si no esencial que en un momento posterior el candidato se exponga a la cultura estadounidense en general. Para ello, inscribimos al candidato en cursos de inglés ofrecidos a estudiantes extranjeros en la Universidad Estatal local. El programa universitario pretende prepararlos para su ingreso en la universidad. Como parte de este programa, nuestros candidatos han realizado los exámenes TOFEL para comprobar su dominio del inglés. El examen ha confirmado el nivel de inglés de nuestros candidatos ya que indica su nivel de comprensión, que de otro modo no tendrían.

También hemos contratado a profesores de idiomas y otros tutores para trabajar con los candidatos en la reducción del acento o para mejorar la escritura y la lectura. Les hemos inscrito en programas similares disponibles en la diócesis de la que formamos parte.

Una vez hechos los votos simples realiza un curso de teología monástica de dos semanas, que las casas de la OCSO aquí en USA ofrecen para todos los profesos simples, cada vez en un monasterio diferente. Esto expone a nuestros candidatos a los otros monasterios y a los otros profesos simples de la Orden aquí en los Estados Unidos. Además, después de los votos solemnes existe la oportunidad de cursar estudios teológicos superiores en diversas escuelas benedictinas de teología, si se considera beneficioso. Esto también es útil en la inculturación.

Otra herramienta útil utilizada aquí en Vina para construir una comunidad multicultural, son los talleres dirigidos por profesionales en intercambios multiculturales.

Convivir con una diversidad de culturas, aunque estén unidas bajo la cultura monástica común requiere una conversión continua por parte de todos los monjes. Primero hay que aprender a aceptar el inglés hablado con diversos acentos. Dado el uso común del inglés en todo el mundo, ¿dónde no se habla inglés con acento? Todos los hablantes nativos de inglés hablan con acento. ¿Quién tiene el acento correcto? ¿el graduado de Oxford o el de las afueras de Australia, o de cualquier otro lugar? No obstante, la necesidad de paciencia y de desarrollar la práctica de escucha atenta mientras se lee un texto con diversos acentos es demandante y muchas veces frustrante. Algunos hermanos de Vina se remiten a la Regla de San Benito, según la cual sólo se debe permitir la lectura a los lectores que sean capaces de beneficiar a sus oyentes. El resultado podría ser que pocos hermanos, si es que hay alguno, estarían disponibles para la lectura pública aquí en Vina.

Otro desafío es cómo hacer correcciones. Cada cultura del mundo tiene su manera particular de corregir un comportamiento inadecuado. San Benito expone un método de corrección, el código penal, que sería difícil de aplicar en la mayoría, si no en todas, las zonas del mundo actual. Pero es inevitable que haya que hacer correcciones en el monasterio. Algunas culturas son más directas a la hora de hacer correcciones, otras culturas son más indirectas. Lo importante es que cuando se hace una corrección se respete a la persona corregida y el monje que hace la corrección sea sensible para honrar al otro. ¡Piensa dos veces antes de corregir a otro! Otro aspecto de la corrección en Vina, que a veces se pasa por alto, es que no importa cuán cuidadosamente sea hecha la corrección, el hermano corregido puede no entender todas las palabras o no captar los sutiles matices del vocabulario inglés. El resultado puede causar malentendidos, resentimiento e ira.

El valor de las palabras en cualquier idioma encierra una plétora de matices. Para alguien que está aprendiendo inglés, estos matices no son fáciles de captar. El hablante nativo de inglés debe reconocer que el otro probablemente no capte estos matices. De ahí la necesidad de utilizar vocabulario básico. En este proceso, el hablante nativo puede pensar implícitamente que el otro es menos inteligente, menos culto y ser condescendiente e incluso e incluso despectivo. La necesidad de que el hablante nativo de inglés practique la paciencia es imperativo, cuando el hablante no nativo intenta expresar profundas experiencias personales, cuando carece de los matices del vocabulario inglés para hacerlo.

Nunca hay que subestimar el papel del lenguaje corporal en la comunicación interpersonal. la comunicación interpersonal. ¿Cuál es la distancia considerada apropiada cuando dos personas se comunican entre si? En la cultura estadounidense, un metro se considera la distancia física apropiada entre dos personas. Otras culturas esperan que la distancia física se más cerca o más lejos. En algunas culturas, el subalterno coge la mano del superior cuando se dirige a él sobre un asunto importante. Esto expresa el respeto y la sumisión del subalterno. Otra expresión cultural de respeto es que el subalterno camine detrás y al lado del superior, nunca de lado a lado como un igual. En otras culturas, se considera apropiado entrar en el despacho del superior sin tocar. Pero para otras culturas, cuando se da permiso para entrar es apropiado disculparse antes de entrar.

En relación con el lenguaje corporal está el lugar que ocupa la comida en nuestra comunidad monástica. La comida, en sí misma, encierra un tesoro de expresión cultural. Lo que se prepara, cómo se prepara, cómo se sirve, cuándo se sirve y cómo se consume es muy significativo. Tenemos un hermano asignado para supervisar la cocina, que ordena y controla la calidad, cantidad y consumo de alimentos, pero varios hermanos se turnan para cocinar. Siguiendo las directrices básicas del ayuno trapense-cisterciense, la abstinencia y la sencillez, el hermano cocinero del día prepara platos con los que está familiarizado. Para nosotros significa una variedad de comida reflejo de la cultura nativa de los hermanos y que exige un ajuste en la alimentación para todos nosotros.

Otro tema a tener en cuenta es el hecho de que no se puede enfatizar lo suficiente lo importante que es respetar y honrar las expresiones culturales de los demás. El origen de muchos de nuestros hermanos es Asia oriental. Para ellos, el año nuevo lunar es el acontecimiento central en torno al cual gira todo el año. Es una celebración que contiene rituales intemporales de recuerdo, historia e identidad tanto como pueblo, como familia y como persona. Considerar el año nuevo lunar como algo ajeno y sin sentido dentro de nuestra comunidad solo porque nosotros, los estadounidenses nativos, no estamos familiarizados con él me parece una violencia a la identidad de los demás. Es más que una falta de respeto; implícitamente dice que tengo poco o nada que aprender de mi hermano. Una comunidad multicultural es necesariamente bilateral, es recíproca. Ambos recibimos, damos y aprendemos el uno del otro.

Por último, es importante hablar del papel de la familia y de cómo la hospitalidad se expresa al recibir a la familia en una comunidad multicultural. Nuestra práctica trapense-cisterciense sigue siendo estricta en lo que respecta a las visitas familiares. Se espera que nuestras familias vengan a visitarnos al al monasterio. Los monjes, por regla general, no vamos a visitar a nuestras familias, aunque hay excepciones. Las familias de nuestros hermanos extranjeros a menudo no pueden obtener visados, ni pueden permitirse los gastos del viaje. Hemos tenido que hacer excepciones para permitir a los hermanos regresar a sus hogares. En relación con esto está su implicación en cuestiones de salud, enfermedad y finanzas familiares. Nuestro estilo de vida cisterciense limita la implicación en estos asuntos, pero no es tan fácil formar a los hermanos en esta renuncia radical a la familia y mucho menos transmitir este valor a la familia. Es necesario discernir cuidadosamente si y cómo ayudar a la familia cuando surgen estos problemas. El monje tiene que estar bien formado en la ascesis monástica de un sano desapego de la familia. Asimismo, es importante que el monasterio no sea percibido como una fuente de dinero.

El corazón humano es complejo, y el amor es un misterio. Ninguno es incomprensible, pero tampoco se revelan fácilmente sin arriesgarnos a explorar nuestro corazón, nuestro amor. Este viaje interior es, por supuesto, un aspecto crucial de la vocación monástica. Combinado con nuestro testimonio monástico multicultural aquí en Vina es, creo, lo que nuestro mundo, polarizado y temeroso necesita. Tal diversidad, como la que representa nuestra comunidad monástica es un reto, pero la recompensa es mayor; expandir mis horizontes, ver la vida a través de un lente diferente, salir de mis propias zonas estrechas y confortables son algunas de las recompensas que he recibido al vivir en una comunidad multicultural.

 

 

 

[1] The Bush was Blazing but not Consumed, Erich H.F. Law. Chalice Press. 1996

[2]  God is Rice. Masao Takenaka, World Council of Churches, Geneva, 1986.

La Saga de la Sala Capitular de Santa María de Óvila

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Arte y liturgia

Dom Thomas X. Davis, OCSO

Abad Emérito de la Abadía de New Clairvaux (USA)

 

La Saga de la Sala Capitular

de Santa María de Óvila


 

Era junio de 1955, sólo cuestión de días antes de que el grupo original de fundadores destinado a la quinta casa-hija de Gethsemani partiera hacia California cuando Dom James, el abad, sugirió que le gustaría que yo formara parte del grupo. Esto fue una sorpresa bastante chocante. Le respondí que no quería, ni siquiera tenía ganas de ir. Pensaba ingenuamente que podría cambiar la idea del abad. Se necesitaría tiempo para ello.

Tres meses más tarde, el 15 de septiembre, me encontré aterrizando en San Francisco, junto con un hermano también destinado a esta comunidad recién fundada. El superior estaba allí para recibirnos. Decidió que debíamos ver un poco de la ciudad antes de hacer el viaje de seis horas por el valle de Sacramento hasta Vina esa noche. Un amigo del superior nos condujo por San Francisco, seleccionando los principales lugares turísticos. Mientras atravesábamos el parque del Golden Gate, esta persona mencionó casualmente las cajas de madera que vimos cuidadosamente apiladas bajo los eucaliptos detrás del museo De Young era “el monasterio cisterciense que William Randolph Hearst trajo de España”.

Inmediatamente supe el valor arquitectónico de este monasterio. Thomas Merton (el padre Louis, como lo conocíamos) acababa de dar a los juniores un curso sobre la arquitectura cisterciense y su significado. Me vino la idea, muy ambiciosa para un profeso simple de veinte años, que sería maravilloso tener este monasterio para Vina.

Mirando hacia atrás en el tiempo me doy cuenta que si hubiera venido con el grupo fundador original, habría llegado a la estación de tren de Oroville, una ciudad no muy lejos de Vina. Nunca habría aterrizado en San Francisco para tener la oportunidad de ver esas cajas de madera cuidadosamente apiladas bajo los eucaliptos.

Alfonso VIII, rey de Castilla (1155-1214) fundó la abadía cisterciense de Santa María de Óvila, cerca de Trillo, a unas ochenta millas al noreste de Madrid. Esta abadía formaba parte de su estrategia para mantener los límites de su reino como regiones cristianas. La abadía fue fundada hacia 1181. El tamaño de la iglesia y la sala capitular sugieren que la abadía pudo haber sido destinada como monasterio real. Pocos años después de la fundación de Óvila, Leonor, esposa de Alfonso VIII e hija de Enrique II y Leonor de Aquitania, inició la fundación de la abadía de Las Huelgas, en la ciudad real de Burgos. Las Huelgas se convirtió en monasterio real.

La Sala Capitular, un magnífico ejemplo de la arquitectura gótico-cisterciense española, fue iniciada hacia 1190. La Sala Capitular y toda la abadía quedaron bajo el patrocinio del obispo cisterciense de Sigüenza, San Martín de Finojosa y su familia, en cuya diócesis se encontraba. (En el calendario litúrgico cisterciense-trapense la fiesta de San Martín se celebra el 17 de septiembre. Antes se le conocía como San Sacerdos, el 5 de mayo). La sala capitular se terminó en 1220 y ocupa su lugar con Las Huelgas y Santa María de Huerta como espléndidos paradigmas de la arquitectura cisterciense.

La abadía de Óvila fue clausurada en 1835 por decreto del gobierno de la reina María Cristina y vendida a particulares. Arthur Byne, el agente de William Randolph Hearst que siempre estuvo interesado en bellas artes y piezas arquitectónicas para transportarlas a EE.UU., dio con la abadía de Óvila en 1930. Hearst aceptó comprar las piezas artísticas y arquitectónicas, incluida la sala capitular y el refectorio. El desmantelamiento tuvo lugar entre marzo y el 1 de julio de 1931.

Las piedras se enviaron en barco a San Francisco. Hearst empezó a experimentar los efectos de la depresión. Las ofreció a la ciudad de San Francisco en 1941. La ciudad almacenó las cajas detrás del museo Young bajo los eucaliptos. Así fue como las vi en 1955. Varias causas hicieron imposible que la ciudad restaurara las piedras “como un monasterio”. Incluso se ofrecieron las piedras a monjes budistas, pero la opinión pública de la ciudad se opuso a este traslado. Las cajas permanecieron bajo los eucaliptos. Cinco incendios, el vandalismo, los robos y el clima húmedo y brumoso de la bahía y el océano redujeron las piedras a un montículo indefenso.

Durante estos desafortunados años, un buen amigo me mantuvo informado de lo que se hacía o no con las piedras. Después de convertirme en abad en 1972, decidí perseguir mi sueño salvaje de adquirir la Sala Capitular de Vina. El portal de la iglesia había sido restaurado dentro del museo de Young. Un estudio previo de la Dra. Margaret Burke, historiadora del arte, reveló que sólo la sala capitular podía restaurarse; las demás piedras estaban demasiado dañadas o perdidas. Comenzaron interminables negociaciones con la ciudad. Hubo “altibajos”. Estaba a punto de interrumpir la búsqueda, cuando los investigadores cistercienses David Bell y Terryl Kinder me animaron a seguir. En 1992, el capítulo conventual de Vina votó a favor de seguir adelante. Finalmente, el 12 de septiembre de 1994 se firmó un acuerdo con la ciudad. Al día siguiente, el primero de los 11 grandes camiones con remolque partió hacia Vina.

Clasificar, catalogar, restaurar lo dañado, cortar lo nuevo, y mucho más comprendía la ingente tarea de los canteros Oskar Kempt, Ross Leuthard, Frank Helmholz y José Miguel Merino de Cáceres, arquitecto español. El magnífico portal de la sala capitular y la mayor parte del interior se terminaron en otoño de 2008. Bajo el cuarto abad de Vina, Paul Mark Schwan, se tomó la decisión de incorporar este edificio a la nueva iglesia. Esta fue terminada y consagrada el 2 de julio de 2018.

La arquitectura cisterciense utiliza el espacio, la proporción, las líneas, la forma y la luz para significar el misterio  de la Divinidad. Los hermanos entran en este lugar de misteriodivino siete veces al día para cantar las alabanzas a Dios (Opus Dei) y ser bendecidos por el poder transformador de este edificio medieval. La sala capitular de Óvila nos sirve de mucho.






Hermana Judith-Ann Heble

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Grandes figuras de la vida monástica

Madre Maire Hickey, OSB

Abadía de Kylemore (Irlanda)

 

Hermana Judith-Ann Heble,

Segunda Moderadora de la Communio

Internationalis Benedictinarum (CBI)[1]

 

 


Cuando recuerdo a Judith Ann, no es tanto en términos de roles. La conocí como alguien que se entregaba con todo su ser, corazón y alma a cualquier tarea que había caído a su suerte. Estar a la altura del reto, fuera cual fuera, era su papel. Trabajé con ella durante 9 años en la dirección de la CIB. Desde 1997 hasta 2006 fui Moderadora, con Judith Ann como miembro del Consejo de Administración desde 1998, y como Moderadora Adjunta desde 2002. Tengo recuerdos cálidos y vívidos de cómo era ella como compañera en esa tarea y agradezco a Lynn que me haya pedido compartir algunos de estos recuerdos con los lectores del Boletín.

Nuestra relación comenzó en 1997, en la reunión final de preparación para la inauguración del tercer Simposio, prevista para 1998. Yo era la Moderadora, mi Asistente era la Priora Irene Dabalus, ambos nombramientos habían sido hechos por el Abad Primado Marcel Rooney. Los otros miembros del Comité Ejecutivo (la Abadesa Joanna Jamieson y la recién llegada Hna. Judith Ann Heble), también estuvieron presentes, así como la secretaria Hna. Mónica Lewis.

Nuestra experiencia en la organización de reuniones hasta ese momento era bastante limitada, consistía principalmente en dirigir reuniones Capitulares cada una en su comunidad. La organización fue un poco al azar. Mientras decidíamos quién se encargaría de qué tarea en las distintas sesiones del Simposio, Judith Ann anunció sin preguntas ni reparos: “Yo me ocuparé de los detalles”. Y así fue. A partir de entonces, en todas las reuniones, Judith Ann al principio de cada jornada, se aseguraba que todo el mundo sabía lo que iba a pasar, dónde había que ir, para qué, cuándo serían los descansos, etc. Parte de la firma de Judith Ann en este diario ritual era un sutil toque que siempre dejaba a todos sonriendo y esperando un día interesante.

Así es como conocí a Judith Ann en su papel de Moderadora Adjunta. Aportaba energía positiva a la sala, era plenamente consciente de todos los detalles que debían tenerse en cuenta para que todo saliera bien y se aseguraba que todos supieran lo que necesitaban saber. Un aspecto importante de la vida según la Regla de San Benito: buen orden, paz y nadie triste en la casa de Dios al final del día.

Al final de ese Simposio la Hna. Judith Ann había comprendido lo que era la CIB y hacia dónde intentaba dirigirse. En una reunión post simposium de los miembros de la Conferencia para empezar a planificar las reuniones de los próximos cuatro años, Judith fue una de las voces americanas que lanzó la pregunta bomba, si Roma iba a ser en el futuro la única sede de las reuniones de la CIB. “¿Por qué no probar con otra sede? ¿Por qué no venir a Estados Unidos?” Tras la conmoción inicial, era obvio que las mentes se abrían a algo impensable hasta entonces.

Judith disfrutó de su papel de PIONERA durante los años siguientes como Moderadora Adjunta y, más tarde, Moderadora (desde 2006). Para ella fue de mucha alegría el contribuir a la formación permanente de muchas monjas y hermanas benedictinas facilitándoles la inolvidable experiencia de viajar al extranjero para asistir a las reuniones de Delegadas y visitar comunidades en USA, Nairobi, Sydney, Polonia y posteriormente otros países.

Encuentro de la CIB en Sydney (Australia, 2023).

Con el paso de los años, la CIB adquirió su estructura actual, de la que Judith Ann fue una de las principales ARQUITECTAS. Desde el principio la estructura de la Comisión del Abad Primado de Benedictinas (así se llamaba todavía la organización) estaba formada por las 19 regiones, cada una con su representación y el Consejo formado por la Moderadora, Moderadora Adjunta y dos miembros más. El Abad Primado era la última instancia. En una reunión de Delegadas celebrada en Nairobi en 2001 se tomó la decisión de dar a la organización un nuevo nombre. La previsible divergencia de opiniones se resolvió sorprendentemente optando por el latín como lengua que no excluía a nadie, y así Communio Internationalis Benedictinarum (CIB) se convirtió en nuestro nombre. El estatuto de los monasterios, congregaciones y federaciones de benedictinas se definió en un par de cláusulas del Ius Proprium de la Confederación. En 2002, el Consejo (Hna. Maire, Hna. Judith Ann, M. Irene Dabalus y M. Joanna Jamieson), con la experta ayuda canónica del abad Richard Yeo de Downside, había terminado un proyecto de Estatuto para la CIB, que fue aprobado en el Simposio de ese año.

El desarrollo de la CIB en los años siguientes requirió un trabajo arduo y meticuloso. Muchas hermanas de muchos monasterios estuvieron envueltas. Judith Ann no escatimó esfuerzos para encontrar personas que ayudaran: se encontró una hermana americana artista que creó nuestro bello logo; se encontró una Tesorera que aseguraría y administraría las finanzas, incluyendo un fondo de solidaridad para asegurar que ninguna región quedara excluida de participar por falta de fondos. Hubo que formar un equipo de traductores. Había que tener registro de las reuniones y la correspondencia, y la creciente comunidad internacional solicitaba la publicación de un Catalogus, cuya primera edición vio la luz en el año 2000. El mérito se debe a innumerables hermanas, monjas y comunidades por todo lo que se hizo durante esos años. La creación de la CIB ha sido un verdadero proyecto comunitario, no llevado a cabo por solo una persona o grupo. Pero la Hna. Judith Ann como Moderadora Asistente era la persona que lo tenía todo a la vista y era totalmente fiable a la hora de hacer lo que había de hacerse. Estaba comprometida con todo, poniendo su experiencia, su sabiduría y su duro trabajo en la tarea de dar forma a la CIB.

Por último, recuerdo a Judith Ann como una CONSTRUCTORA DE PUENTES.

Desde los inicios en 1983, la distinción canónica entre moniales y sorores, que se había desarrollado a lo largo de varios cientos de años de historia de la Iglesia, dificultaba a los miembros de la Comisión del Abad Primado para las mujeres, que representaban a miles de hermanas, que se pusieran de acuerdo en expresiones de identidad con las que pudieran testimoniar de forma creíble la vida monástica de las mujeres benedictinas en Europa, en la Iglesia y en la sociedad. La creencia inquebrantable en esa identidad común y el deseo de articularla y hacerla palpable en la Iglesia y en el mundo, fue el motor de la evolución de la comunidad (Communio). Los cambios en las estructuras eran necesarios y favorecieron la evolución, pero ésta no habría podido efectuarse pacíficamente sin la experiencia de una profunda comunicación espiritual y un compartir los valores más preciados de sus respectivas vocaciones que experimentaron casi todas las benedictinas que participaron en una reunión de la CIB.

Judith Ann destacaba por la apertura y la curiosidad vivificante con las que se relacionaba con sus compañeras benedictinas de la Communio. No paraba de respetar y tolerar a aquellas cuyo estilo de vida era muy diferente al suyo. Ella era creativamente curiosa para saber de dónde venía la otra persona y se lanzaba con audacia a conocerlas y comprenderlas un poco más. Quizá no siempre tuviera éxito, pero su sencillez y su humor hacían fácilmente perdonables los ocasionales pasos en falso. La hospitalidad de Judith Ann fue un catalizador maravilloso. Esta forma de conocer gente nueva, de constantemente tender puentes para acercar a personas de puntos de vista divergentes, se convirtió en algo típico de las reuniones de la CIB.

Una participante escribió tras asistir al Simposio de 2014: “Aunque hay diferencias obvias entre nosotras, hemos llegado a apreciar el hecho de que compartimos una vida común, un carisma común, una visión común”. La visión común, cuyo núcleo es la creencia en la presencia de Cristo en cada ser humano y la presencia de su espíritu en la comunidad monástica, surgió y emergiendo del compartir de vida y de fe de todos los miembros de nuestra familia benedictina. Pero todos los que conocieron a Judith Ann y su amor por el legado de San Benito y Santa Escolástica estarán de acuerdo en que su presencia y su trabajo en la CIB desde 1997 hasta 2018 jugaron un papel único y definitorio en el proceso mundano de romper con los malentendidos y fomentar el respeto mutuo que es la base de la unidad en cualquier organismo.

¡Gracias, Judith Ann! Ayúdanos desde donde estás ahora a trabajar con el legado que nos has transmitido, mientras reunimos nuestras fuerzas para hacer frente a los retos del tiempo presente.

 

 

[1] Artículo tomado del Boletín de la CIB, noviembre 2023.



Encuentro de la CIB en Rio de Janeiro (Brasil, 2013).

Madre Lazare Hélène de Rodorel de Solhac

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In Memoriam

Hermanas Benedictinas de Saint-Thierry (Francia)

 

Madre Lazare Hélène de Rodorel de Seilhac

1928-2023

 

La Madre Lazare, una hermana profesa simple al momento del nacimiento del Secretariado de AIM, ayudó a crear la primera oficina de AIM para el padre De Floris, entonces Presidente y fue miembro del Consejo de AIM durante muchos años. Publicamos aquí su obituario, antes de publicar un artículo más detallado en el próximo boletín.

 


La luz de la fiesta de Cristo Rey, nuestra Hermana Lazare Hélène de Rodorel de Seilhac entró a la vida el 27 de noviembre de 2023.

Nacida el 10 de agosto de 1928 en París, conservaba un gran amor por sus raíces familiares en Corrèze y guardaba muchos recuerdos de sus dos hermanos. Licenciada en Clásicos, ingresó en el priorato de Vanves en febrero de 1953, profesó allí en febrero de 1956 e hizo profesión perpetua el 24 de junio de 1961. Fue profesora de latín y maestra de novicias. Es autora de una tesis sobre el latín cristiano, que defendió en 1967: “El uso de la Regla de san Agustín por Cesáreo de Arlés”, publicada en 1973.

Dirigió numerosas sesiones sobre Patrología y la Regla de San Benito en monasterios de Francia y de África francófona. En Jouarre, organizó sesiones de patrística para formar profesoras en monasterios femeninos. También participó en la traducción de textos monásticos y patrísticos al francés fundamental, en colaboración con la hermana Lydie Rivière, una hermana javeriana.

También dirigió numerosas sesiones para los monasterios femeninos de Francia, reflexionando sobre el trabajo y el equilibrio de la vida monástica. Entretanto, se convirtió en priora delegada del monasterio de Vanves, mientras que parte de la comunidad, la Priora y el noviciado se trasladaban a Saint-Thierry. Las dos comunidades comparten un Capítulo común.

En 1974, una vez alquilados los edificios liberados por la comunidad de Vanves, se trasladó a Saint-Thierry. Además de la liturgia, la sacristía y la formación de las hermanas, se encargó de la imprenta, en la que siempre se esforzaba para que las hermanas trabajaran juntas. Tenía talento para encontrar trabajo para todo el que pasaba por el monasterio. Continuó sus investigaciones y participó en el Consejo de AIM, en la fundación del STIM (Studium théologique inter-monastères) y, durante veinticinco años enseñó patrología en el seminario de Reims.

En 2003, a la edad de 75 años, fue elegida Priora de Vanves y continuó su servicio hasta 2010, asegurando la continuidad mientras la Congregación estudiaba cómo continuar su presencia en Vanves. Tras el Capítulo General de 2010, varias hermanas de nuestras comunidades llegaron a Vanves y ella pudo regresar a Saint-Thierry, entregando la batuta de Priora a la Madre Marie-Madeleine. Durante este último periodo de su vida, emprendió con determinación la ardua tarea de escribir la historia de nuestra Congregación, cuyos frutos compartió con nosotros durante el año del centenario. No terminó del todo su trabajo, pero se comprometió con ello hasta el final.

Por encima de todos sus esfuerzos e investigaciones, recordamos el testimonio de una hermana que nunca se “desentendió” y siempre estuvo ahí para tomar parte en los servicios comunitarios. Sabía dialogar con jóvenes y mayores, con la familia y los amigos; durante muchos años acompañó a los Oblatos de la comunidad con todo el corazón. Siempre atenta a las hermanas o amigas en dificultad, daba testimonio de lo que enseñaba con su forma de ser; creía en la vida monástica y supo mostrar su confianza en las hermanas más jóvenes. Practicaba la apertura del corazón por convicción, aunque le fuera difícil. Damos gracias al Señor por habérnosla dado. A propósito de su obituario escribió: «Gracias por no escribir que he “vuelto a Dios” eso está reservado al Hijo y Orígenes tuvo problemas póstumos por creer en la preexistencia...». Su funeral se celebró el viernes 1 de diciembre de 2023 en la capilla del monasterio.

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