Viaje por Africa Occidental
6 – 29 de enero, 2018

Hermana Christine Conrath, OSB
Secretaria de la AIM

 

En el mes de enero de 2018 tuve el privilegio de participar en dos encuentros en África Occidental, en Benin y en Guinea.

 

Reunión de superiores (as) de África Occidental.

El ciclo de reuniones de los superiores(as) de África Occidental, tiene lugar cada cuatro años. Esta vez se organizó donde las hermanas cistercienses de Parakou. Se reunieron 18 participantes. Los benedictinos y las benedictinas fueron los más numerosos, ya que la madre Geneviève Akakpo, de Parakou, y el padre Marcelino Dhecadjevi, de Kokoubou, representaron a los monjes y monjas de la OCSO. Contenta de haber conocido a la hermana Marie-Joseph, Bernardina de Bafor.

Benin ampliamente representado con Parakou, Kokoubou y M María Reina Hounsou, de Toffo (osb), Madre Nathalie Courtois, de Pèporiyakou (osb). Burkina Faso también bien representado: Koubri con Hermanos y Hermanas, P. Jean-Christophe Yameogo y Madre M.- Henriette Wênd-Bala Kalmogo, así como dos superioras redentoristas de Bobo y Diabo, con su hermoso hábito rojo burdeos. También estuvo presente Senegal, con la Madre María Esperanza Sarr, de Keur Guilaye, y P. Jean-Marie Rouzeaud, prior de Keur Moussa, como representante de su padre abad. No olvidemos a Guinea con la Madre Raphael Verzaux, de Friguiabgé; el Prior de Séguéya se quedó atrapado en Canadá. Togo asistió con Dzogbégan: P. Théodore Kouassi Coco, presidente de esta Asociación de monasterios del África Occidental, el hermano Michel- Benoît Alafia, de Hekhamé, y la hermana Marie-Bernadette Nyadzo, de Sadori, casa dependiente de Dzogbégan; Madre Benedict Assima, de Dzogbégan, no pudo venir desde Yaundé, pero envió a su joven priora, sor María Christina.

AfriqueMGeneviveParakouLavigneLa reunión fue dirigida por el padre Jean-Claude Lavigne, O.P., que nos mantuvo sin aliento durante toda la semana, con el tema del profetismo en la vida religiosa. Si el futuro pertenece a Dios, debemos saber darle nuestras manos, nuestros corazones y nuestra inteligencia para que se renueve el suelo de África como en el resto del planeta. La vida monástica puede ser mediadora en esta novedad siendo profeta a través de su estilo de vida.

Como sabemos, hay una gran diferencia entre el tipo de vida “mundana” y el tipo de vida monástica. Todo el arte consiste en mantener fructífera esta diferencia, es decir, no permanecer aferrado a formas anticuadas, ni seguir las últimas modas y surfear a todo viento de doctrina. Esto es lo que el padre Lavigne explicó con muchos ejemplos, permaneciendo muy atento a las reacciones de su audiencia. Si la diferencia es fértil, la vida religiosa también es fecunda, sigue siendo significativa, profética, atractiva, dinámica y valiosa. ¡Vale la pena! Lograr testimoniar nuestra experiencia “profética” en la vida espiritual: ¿cómo nutre nuestra vocación de seguir a Cristo según la Regla benedictina nuestra relación con Cristo, con los demás y con nosotros mismos de una manera nueva? ¿Es siempre una fuente de vida para la comunidad el modo de celebrar la liturgia? ¿sabemos darnos a nosotros mismos, de nuestro tiempo, a la escucha mutua? ¿Nos tomamos el tiempo suficiente, en los capítulos comunitarios, para subrayar este estado de vida? El lugar de nuestras relaciones en comunidad también puede tener un sabor profético, si lo cuidamos. ¿Sabemos afrontar el desafío del amor mutuo, del perdón antes de la puesta del sol, de la filiación y de la paternidad espiritual, en el recinto de la clausura que, por definición, no deja ninguna vía de escape? ¿Cómo ejercitamos la acogida mutua? Todas estas preguntas surgen continuamente en el corazón de los monjes que somos.

AfriqueRogerSonghaiHabía prestado atención en el programa una visita a Songhai, desde la perspectiva de una “relación profética con la tierra”. Estaba perpleja. De todos modos, confié y me dejé llevar. ¡Fue una experiencia maravillosa! partimos al descubrimiento del Centro Songhai de Parakou, uno de los ocho o nueve abiertos actualmente en Benin; el más desarrollado es el de Porto Novo. Descubrimos cómo el capital biológico y el capital humano africano se ponen en sinergia, se unen las mejores condiciones para trabajar juntos para desarrollar una agricultura solidaria y renovable y para formar jóvenes agricultores. La formación es de alta calidad; no faltan candidatos por lo que la selección es exigente. No hay una inversión enorme ni paralizante a largo plazo, ni hay importación de maquinaria agrícola que se vuelve pronto obsoleta. No, más bien modestia y mucha inteligencia, a escala humana.

Bajo la dirección del señor Roger Agbotoun, visitamos y descubrimos que el Centro recicla el máximo posible. Las investigaciones nunca se detienen y los técnicos continúan aplicando nuevas y sencillas técnicas para mejorar el rendimiento de la tierra. ¿Qué te interesa? ¿la cría de conejos? ¿el gallinero? ¿la apicultura? ¿la piscicultura? La agricultura proporciona la semilla con la que se produce el forraje para los animales. Tienen un conocimiento detallado del tratamiento de los productos naturales, “todo orgánico”. El estiércol de los animales fertiliza los cultivos, proporcionan herbicidas biológicos híper eficaces. Se riega sin pérdida de agua. Los mangos maduran todos al mismo tiempo, lo que no es problema: inventaron una máquina para cortar las frutas en rodajas, que se pasan por el secador antes de ser envasados para su comercialización. El jugo de fruta se vende fácilmente en botellas esterilizadas y selladas. También se puede encontrar jabón de papaya o de áloe en la pequeña tienda. ¿País de abundancia? No, riqueza natural de “África que levanta la cabeza” según la palabra de Songhai. La etapa siguiente será la instalación del biogás, para poder prescindir del gas utilizado actualmente, en particular para el secado de las frutas. Descubrí muchas frutas y verduras desconocidas para mí, pero lo más hermoso fue el interés de los superiores de nuestras comunidades monásticas, formulando preguntas pertinentes y recibiendo respuestas cuidadosamente anotadas en sus cuadernos, para su puesta en práctica a su regreso al monasterio.

Además de las conferencias del padre Lavigne, fue muy enriquecedor el intercambio entre los participantes. Fue muy beneficioso para mí ponerle rostro a una dirección de correo electrónico, facilitando la futura correspondencia entre la AIM y las comunidades.

También pude hacer una completa visita al monasterio de Parakou, que ya celebró su jubileo de oro. La comunidad, fundada por la abadía de Les Gardes, Francia, cuenta con más de cuarenta hermanas, de cinco o seis nacionalidades diferentes. Quedan todavía algunas hermanas fundadoras, cargadas de años y de experiencias que todavía velan, o más bien son las jóvenes hermanas africanas las que las veneran y velan por ellas con gran solicitud. Venerar a los ancianos, amar a los jóvenes, gracias, hermanas mías por enseñarme cómo lo ponen en práctica en Parakou.

Hace algunos años, los “Électriciens du Monde” animaron una reunión in situ, invitando a monjes y monjas encargados de los grupos electrógenos y asuntos eléctricos de sus respectivos monasterios; se trataba de revisar por completo la instalación eléctrica. Con legítimo orgullo, la hermana Malia me mostró todo el trabajo realizado entonces. Aprovecho la ocasión para agradecer a los “Électriciens du Monde” (EDM en Toulouse) su inversión en Parakou y en otros lugares.

Conocimos también los diferentes talleres: fabricación de jabón, licores, fitoterapia, producción de zumos de frutas, mermeladas y jarabes, y especialmente la elaboración de un excelente yogur. Las hermanas podrían vender más y lograr un mayor beneficio, pero el transporte sigue siendo un problema. El yogur debe viajar en vehículo refrigerado y no hay conexión ferroviaria. ¿Qué garantía hay de que se respete la cadena de frío hasta que el producto llegue a Cotonú? Por otra parte, durante la reunión, el padre Jean-Marie, de Keur Moussa, hizo una propuesta para invitar a los superiores y cillereros a vender los productos de los monasterios de África occidental en su enorme tienda de Keur Moussa, en Senegal, pasa mucha gente por ahí. Esta propuesta suscitó un gran interés, pero el transporte de los productos sigue siendo un problema. Sin embargo, espero que algunos productos no perecibles y muy valiosos, por ejemplo, los innumerables licores y elixires para luchar contra una determinada enfermedad recurrente en África, puedan encontrar allí una “vitrina” para ayudar a la comercialización y por lo tanto el impulso económico de tantos monasterios poseedores de evidentes habilidades. El empobrecimiento aumenta en torno a los monasterios y, por tanto, los robos de alimentos durante los oficios divinos. ¿Pero es necesario que nuestros monasterios se encierren? ¿Cómo compartir mejor y cómo preservar la vida en el interior de las propiedades monásticas? Son preguntas reales.

El tiempo pasó demasiado rápido y no pudimos visitar el vecino monasterio cisterciense de Kokoubou. Lo lamento, pero esto es otro motivo para regresar algún día a Benin, cuya población es tan atractiva.

 

Reunión para formadoras y formadoras de África occidental

AfriqueformateursKoliDe Parakou, regresé a Cotonú para volar a Conakry, Guinea. En el aeropuerto recibí una sorpresa. El vuelo que debería realizar la compañía Air Rwandair nunca se materializó. Las hermanas de Parakou resolvieron el problema; su acogida fue perfecta hasta el final, me embarcaron en otro avión cuarenta y ocho horas más tarde, en un vuelo de Air Côte d’Ivoire; ahora entiendo el concepto “Air Quizás” y doy gracias por el humor de nuestros hermanos y hermanas africanos.

Esta vez fue una reunión bienal para formadores y formadoras del África Occidental. ¡Encantada de encontrarme con varios de los participantes que ya había conocido en La Bonne Nouvelle de Bouaké en enero de 2016! El lugar elegido esta vez era Friguiagbé, monasterio fundado por Maumont, Francia, hace 21 años. Fue una verdadera bendición para mí, después de haber conocido a los superiores(a)s, encontrarme con los maestros y maestras de novicios de los mismos monasterios francófonos de África Occidental.

Por orden alfabético de país: Benin con la Madre Bibiane (Parakou), la Hermana Marie-Estelle (Pèporiakou) y la Hermana Laetitia (Toffo); Costa de Marfil con la Hermana Scholastique (Bouaké); Burkina Faso con la Hermana Clémentine y el Padre Amos (Koubri), la Madre María y la hermana María Christina, redentoristas de Diabo y Bobo; Guinea con la Hermana María David (Friguiagbé) y Padre Eduardo (Séguéya); Senegal con la Hermana Paule-Marie (Keur Guilaye) y el Padre Paul-Marie (Keur Moussa); Togo con la Hermana Maria-Goretti (Sadori) y el Hermano Jean-Christophe (Dzogbegan). Con los dos oradores, el Padre Apollinaire y yo, éramos 16 personas, un número ideal.

Sin embargo, hubo un cambio de última hora, ¡conveniente para comprobar la flexibilidad de los participantes! El padre jesuita, que debía dar las conferencias durante la primera semana, no pudo asistir; la hermana Marie-David, maestra de novicias de Friguiagbé, se esforzó por encontrar quien lo sustituyera. El Padre Apollinaire Kolié, sacerdote diocesano de Guinea, demostró ser un excelente orador y acompañante de la reunión, profundo conocedor del tema elegido, a saber, la brujería y la vida monástica. Nos invitó a distinguir la “brujería diurna”, tan presente hoy en los celos, la calumnia, la maldad, la murmuración, entre otros, de la “brujería nocturna”, más rara, aunque desgraciadamente no erradicada. Nunca me había dado cuenta hasta qué punto los relatos evangélicos distinguen entre exorcismos y curaciones. El padre Kolié nos invitó a discernir y a nombrar el papel jugado por el miedo y a releer algunos relatos bíblicos, en particular los primeros capítulos del libro del Génesis. Sus enseñanzas fueron útiles y valiosas.

La semana siguiente tuve la difícil tarea de abordar el tema de la vida comunitaria. Para ello me propuse leer el excelente documento de la Congregación de Institutos de la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, fechado en 1994, sobre la “vida fraterna en comunidad”. También traje algunos vídeos sobre los celos, la acogida a las personas diferentes, el apoyo mutuo, etc. Los participantes participaron bien en el juego, interpretando escenas en las que desplegaron tesoros de imaginación; enseñándose mutuamente a desentrañar las dificultades de relación entre los miembros de la comunidad. Se desempeñaron bien, pues en la interpretación se basaron en su propia experiencia. Nosotros, monjes y monjas, “en el mundo, pero no del mundo”, no estamos inmunes a la sospecha, a la delación, a las dificultades de relación. Es bueno disponer de un conjunto de herramientas para intervenir cuando este mal se presenta en el seno de los noviciados y de las comunidades.

AfriqueKissiliTambién pudimos visitar el cercano monasterio de Séguéya, fundado por Keur Moussa en 2003, y los edificios en construcción, así como Friguiagbé. Ambos sitios son magníficos. Las hermanas tienen grandes gallineros y personal que se ocupan de ellos. La venta de los huevos, en la ciudad vecina de Kindia, y en Conakry, está asegurada, pero el transporte por carretera es siempre difícil. Las condiciones de vida en las nuevas fundaciones no son fáciles y es difícil adquirir autonomía económica.

En Guinea la naturaleza es exuberante y la belleza de los paisajes es a veces asombrosa. El domingo salimos de excursión para admirar dos cascadas en medio de la vegetación; una se llamaba “el Velo de la Novia”, la otra las “Fuentes del Kissili”. Las fotografías no logran reproducir la majestad de este lugar ¡Y estábamos en la estación seca! Nos encontramos también con buscadores de diamantes que tamizaban y filtraban el agua de un río; que todavía no habían encontrado ninguno, que viven en la espera. De hecho, Guinea es un país muy rico en recursos hídricos, así como en hidroelectricidad, oro, diamantes, pero sobre todo y ante todo en personas. Lamentablemente, los abusos y atrocidades de Sékou Touré dejaron al país desangrado. La acogida de la Iglesia local fue conmovedora. Friguiagbé y Séguéya, los dos primeros monasterios de Guinea Conakry, son evidentemente la niña de los ojos de monseñor Vincent, sucesor de monseñor Sarah en el arzobispado de Conakry. El padre Apollinaire también hace votos por los monjes y monjas de su país.

La víspera de nuestra partida, visitamos el mercado de Conakry, rico en colorido y en decibeles. El regreso a París después de esa experiencia nos lleva a echar de menos las amplias sonrisas de los pequeños niños africanos.

Les doy las gracias a todos ustedes con quienes he tenido la alegría de reunirme en enero de 2018.