Boletín AIM

Benedictinas de Kaunas (Lituania)

 

El monasterio de las Hermanas Benedictinas de Kaunas1 está situado en la parte norte de la ciudad antigua de Kaunas. Comprende el monasterio propiamente tal, la iglesia de San Nicolás y una sala. La iglesia gótica de San Nicolás fue edificada en el siglo XV. Los edificios de la comunidad de Kaunas fueron construidos en 1829.

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Las primeras hermanas benedictinas llegaron a Kaunas de Nesvyzius (actualmente en Bielorrusia) en 1624. Durante la primera mitad del siglo XVII la comunidad benedictina de Nesvyzius fundó monasterios en Vilna, Kaunas, Kraziai, Minsk, Orsha y Smolensk. Gracias a la iniciativa de un noble lituano, Andries Skorulskis, el gran duque de Lituania y rey de Polonia, Segismundo III, donó a las hermanas de Kaunas la iglesia de San Nicolás contigua al monasterio. Después de un corto tiempo las hermanas (unas 110 a 120, el doble de numerosas que los monjes en Lituania,) se convirtieron en la principal comunidad religiosa en Lituania. Sus monasterios eran distinguidos por sus bibliotecas bien provistas, sus actividades en las áreas de la edición y educación; aceptaban y formaban a jóvenes de la alta sociedad y posteriormente se dedicaron al cuidado de los pobres.

A mediados del siglo XVII la guerra de la República de las Dos Naciones (Polonia-Lituania) contra Rusia fue una de las más terribles en la historia del Gran Ducado de Lituania. El 18 de agosto de 1655 el ejército ruso ocupó la ciudad. Los monasterios y las iglesias fueron destruidos. Cinco hermanas del monasterio de Vilna fueron asesinadas, otras huyeron al monasterio de Kaunas. Es probable que las hermanas que huyeron pasaran los años de guerra en los Palivarkas (lugares donde se realizaban labores de manufacturas o agrícolas). En 1657, la primera abadesa de Kaunas, madre Ona Eufemija Skorulskyte, murió.

Los rusos solamente dejaron Kaunas el 2 de diciembre de 1661. Esta ocupación tuvo un gran efecto sobre todos los ciudadanos de Kaunas. Además de la devastación por el ejército, comenzó una epidemia de peste y hambruna. Las hermanas benedictinas de Smolensk y Orsha se fueron debido a la guerra. No se sabe lo que ocurrió con las hermanas benedictinas de Minsk, invadida por los cosacos en 1655. Las de Nesvyzius huyeron a Gdansk, donde pasaron los años de guerra. Vilna fue capturada por los rusos a finales de julio 1655. A las hermanas sobrevivientes de la masacre se les permitió llevar una cruz roja bordada en su vestimenta; lo mismo aplicó a las de Kaunas. El mismo año, la parte occidental del Gran Ducado de Lituania fue atacada por otro enemigo, Suecia (Primera Guerra del Norte, 1655-1660). Los desastres militares de este tiempo fueron conocidos en Polonia-Lituania como “El Diluvio”. Después de este terrible período la comunidad de Kaunas se recuperó y renovó sus tradiciones, aunque era el más pequeño de los monasterios de la región.

En 1793 y 1795 se llevó a cabo la segunda y tercera partición de Polonia, la región del Báltico y la actual Lituania cayeron bajo dominación rusa. Los zares siempre consideraron esta región como “tierra rusa adquirida hace mucho”, tratando de colonizarla como territorio propio. El gobierno ruso cerró la Universidad de Vilna, prohibió que se hablara lituano en lugares públicos y la publicación de libros y periódicos en escritura latina; los no rusos no tenían derecho a adquirir tierras, etc. El nombre de Lituania fue borrado del mapa y reemplazado por el de “región Noroeste”. El catolicismo, profundamente arraigado en las mentalidades y costumbres, fue el mayor obstáculo para la rusificación; durante mucho tiempo fue considerado el mayor enemigo por eslavófilos y el gobierno ruso.

Después de la primera rebelión de 1831 contra la ocupación rusa, las represalias infringieron graves daños a la Iglesia y el clero. Decretos del Zar para la secularización de las tierras privaron a la Iglesia de 260 propiedades, dejando su base material demasiado débil para mantener seminarios, publicar libros o aliviar a los pobres. Después de la rebelión de 1863 se duplicaron las persecuciones: varios sacerdotes fueron fusilados o colgados, muchos fueron deportados a Siberia. En 1864 el gobierno zarista prohibió la entrada de nuevos aspirantes a los monasterios. Las hermanas de Kaunas intentaron ocultar el número real de monjas a las autoridades, pero no pudieron resistir las demandas del Zar. Se cerraron 352 monasterios, las iglesias fueron transformadas en lugares de culto ortodoxo, cuarteles, hospitales o escuelas. Fueron prohibidas las cruces en monumentos. Además, una gran cantidad de recursos fueron destinados a fortalecer la influencia de la ortodoxia. Hubo construcción intensiva de iglesias ortodoxas, e incentivos a granjeros rusos para establecerse en Lituania. Los huérfanos eran bautizados en la fe ortodoxa y las familias se vieron obligadas a practicar la ortodoxia bajo pena de exilio. Las iglesias parroquiales fueron clausuradas y las escuelas del Estado puestas bajo vigilancia. Desde 1880 en adelante, en cualquier celebración de la dinastía rusa, los niños católicos fueron obligados a rezar en las iglesias ortodoxas.

KaunasgeneralLa orden del Zar, el 24 de diciembre de 1891, para cerrar el monasterio y la iglesia de las hermanas benedictinas de Kraziai fue la chispa que encendió la pólvora: las humillaciones sufridas durante tantos años explotaron en una oposición diferente: ¡revuelta! Las monjas mayores, a pesar de su debilidad y mendicidad, fueron expulsadas de su monasterio, que fue clausurado. Cuando los feligreses se encontraron impedidos de reconstruir su antigua iglesia, todos sus esfuerzos se dirigieron al uso de la iglesia del monasterio. Sus solicitudes a varias instituciones del Estado fueron infructuosas.

El 22 de junio de 1893 una orden del Zar impuso la destrucción del monasterio y la iglesia. La gente de Kraziai inmediatamente mandó enviados a San Petersburgo, Vilna y Kaunas. A partir de septiembre los feligreses ocuparon su iglesia, vigilándola día y noche y haciendo sonar las campanas ante cualquier aproximación de la policía. Unos cuatrocientos fieles se enfrentaron a las fuerzas del Estado. El 21 de noviembre de 1893, ayudado por trescientos cosacos y setenta policías, el gobernador de Kaunas cerró el edificio a la fuerza. Este episodio llamado “la masacre de Kraziai”; suscitó indignación internacional y dejó al descubierto la política del Zar en Lituania.

Entre las dos guerras mundiales las hermanas benedictinas de Vilna y Kaunas, que habían logrado mantener sus monasterios durante la persecución zarista, experimentaron un período de renovación. Sin embargo, después de la Primera Guerra Mundial y por varios años, la abadesa de Kaunas promovió la cultura polaca en el monasterio, comenzando a haber rivalidad entre las hermanas polacas y lituanas. Se informó a la Santa Sede, y se decidió que la comunidad debía ser dividida en dos. Diez hermanas polacas, incluyendo a la abadesa, se fueron a vivir al monasterio de Kolainiai.

La comunidad de Kaunas comenzó un período de prosperidad y renovación. Las hermanas estaban llenas de entusiasmo y querían vivir en un espíritu nuevo, manteniendo el carisma benedictino. En 1926 el beato Jurgis Matulaitis (1871-1927), en aquel momento visitante apostólico de Lituania, ayudó en la renovación de la vida de las hermanas benedictinas. Eligió para ellas las constituciones de las hermanas benedictinas de los Estados Unidos, y las hermanas contemplativas adoptaron un modo de vida que unía la oración y el apostolado. Trabajaron en jardines infantiles, orfanatos y hogares de ancianos y escuelas. A medida que aumentaron en número, fundaron otras casas en Lituania. En 1940 se inició la adoración perpetua en la iglesia de las benedictinas.

Kaunas4Después de la Segunda Guerra Mundial el gobierno de la Unión Soviética prohibió la vida monástica. En 1948 las hermanas de Kaunas tuvieron 24 horas para dejar su casa. La iglesia fue cerrada y entregada a la biblioteca nacional de Kaunas. Algunas de las hermanas benedictinas de Vilna retornaron a Polonia, llevando consigo los archivos del monasterio. Las hermanas que se quedaron en Lituania sufrieron las persecuciones del régimen soviético, interrogatorios acerca de sus actividades religiosas y privadas de trabajo. Durante el día más oscuro de la historia lituana, las hermanas aun siguieron siendo fieles a su vida monástica en secreto. Apoyaban a los fieles con su discreta presencia en varios lugares, jardines infantiles, escuelas, hospitales.

En 1990 la iglesia fue devuelta a los fieles, restaurada y consagrada en 1992. Fue la primera etapa del regreso de las hermanas y de la renovación de la vida comunitaria. Desde 2009 la iglesia de San Nicolás pertenece a las hermanas benedictinas como su iglesia conventual. En la actualidad la comunidad está disfrutando de un período de prosperidad.

Kaunas2El monasterio de San Benito en Kaunas es una “escuela del servicio del Señor”(RB, P 45) en el que, guiados por el Evangelio, las hermanas están al servicio de las otras (cf RB 35, 1). “Las ancianas son veneradas y las jóvenes son amadas”( cf RB 4, 70-714). Las hermanas están invitadas a no anteponer nada a Cristo, que las está guiando todas juntas a la vida eterna (cf RB 72, 11-12). Su vida se divide entre la liturgia, la oración personal, la lectio divina, la adoración, la catequesis de niños y adultos, el acompañamiento espiritual y la enseñanza. Los huéspedes que llegan son recibidos como a Cristo; a todos se les da el mismo honor, con especial atención a los pobres y peregrinos porque sobre todo en ellos se recibe a Cristo (cf RB 53, 1-15). Las hermanas han estado presentes en Lituania durante 400 años sin interrupción.

1 Este artículo es una síntesis de la información encontrada en varios sitios web de los monasterios de interés. Ha sido revisado por las hermanas de Kaunas. Cf. https://kaunobenediktines.wordpress.com/; http://www.cahiers-lituaniens.org/documents/index.htm.